Reino Unido continúa buscando la forma de mitigar la segunda ola de la COVID-19. Boris Johnson, primer ministro británico, alertó hoy que el país se encuentra en un momento "peligroso" después de dar a conocer nuevas medidas restrictivas para contener la pandemia y evitar una mayor propagación del virus.

Así, el máximo mandatario comunicó que será obligatorio el uso de mascarillas en bares, restaurantes y tiendas minoristas. Además, se reforzarán las sanciones para aquellas personas que no cumplan con las medidas de seguridad.

Sin confinamiento total

Lo que sí descartó por completo Johnson fue un nuevo confinamiento total, argumentando que hay que mantener "un equilibrio" entre las disposiciones de lucha contra el coronavirus y las de la protección de la economía y el empleo en la nación.

Aconsejado el teletrabajo

Otra de las sugerencias realizadas desde el Ejecutivo es que la población teletrabaje: "Si la gente puede trabajar en casa, debería. Pero puntualizo que es muy importante que aquellas personas cuyos empleos requieren estar en un lugar específico de trabajo que lo hagan", afirmó Michael Gove, ministro del Gabinete.

Esto se une a la medida anunciada ayer de que a partir del jueves los pubs, bares y restaurantes en Inglaterra cerrarán a las 22.00 horas, con el objetivo de reducir los contactos sociales y disminuir así el número de infectados. Según el Centro Europeo para la Detección de las Enfermedades, la tasa de contagios en el Reino Unido es de 70,7 por cada cien mil habitantes.

Algunos asesores gubernamentales advirtieron que si no se tomaban medidas, podrían existir hasta 50.000 positivos diarios a mediados de octubre. Reino Unido sigue así la línea de Francia, que también está incrementando las limitaciones para tratar de frenar la segunda ola de la pandemia.