La Policía Nacional ha hallado al fin los 3,3 millones de productos sanitarios que habían desaparecido el pasado mes de agosto de una nave de la localidad madrileña de Leganés. Los cinco detenidos por el robo se habían llevado 2.400.000 pares de guantes, 800.000 mascarillas quirúrgicas y 100.000 mascarillas FFP2, con un valor de 700.000 euros. Todo ello se encontraba en una nave de Fuenlabrada, donde había más elementos que podrían haber sido igualmente robados.

Todo comenzó cuando en agosto varias personas entraron a una nave de Leganés y se encontraron un camión muy grande destinado al traslado de mercancía. De ahí se llevaron 40 palés de material de protección sanitario valorado en 700.000 euros. Según han confirmado los agentes, con el objetivo de venderlo todo en el mercado negro a empresas y comercios, incluso con varias transacciones ya apalabras.

La investigación del caso llevó a la Policía hasta una nave del polígono industrial de Fuenlabrada, donde se encontraba prácticamente la totalidad del material que había sido robado. Detuvieron a cuatro personas y pasados unos días lograron encontrar a una quinta, de manera que todos han pasado a disposición judicial.

Pero no queda ahí el asunto porque, además del material sustraído, en la nave de Fuenlabrada también había más efectos de posible procedencia ilícita como embutidos o televisiones. Por tanto, la investigación sigue abierta y en los próximos días podría haber nuevas detenciones.

Las mascarillas, un material preciado

Con la llegada de la pandemia, un elemento nuevo bastante deseado y objeto de hurto es el material sanitario. Este caso no es ni mucho menos el primero que sucede. En abril, la Policía autonómica gallega detuvo a un empresario de Santiago de Compostela por robar hasta dos millones de mascarillas y otro de material sanitario. O en mayo, varios vecinos de Fuenlabrada denunciaron el robo de mascarillas que el Ayuntamiento estaba dejando en los buzones de los domicilios. Son algunos ejemplos de que el robo de este material tan necesario está a la orden del día.