Alex Arenas: "Reabrir las escuelas es una misión suicida con estas altas tasas de incidencia"

La Comunidad de Madrid fue la que peores datos de contagios por coronavirus presentó en la actualización del viernes al registrar 1.150 nuevos positivos por COVID-19, además de ser la que tiene la incidencia acumulada de casos más alta. Con este panorama han empezado los niños el colegio este viernes. Algo que preocupa, y mucho a Àlex Arenas, físico, profesor de la Universitat Rovira i Virgili e investigador interesado en los sistemas complejos en red: “Reabrir escuelas con estas tasas de incidencia es una misión suicida”.

“Con la incidencia acumulada de Madrid van a entrar a los colegios aproximadamente 2.000 niños ya infectados. Estos, si se les detecta la infección, pondrán en cuarentena a unas 40.000 familias a partir de la segunda semana de escuela, y además habrán tenido oportunidad de contagiar en algún espacio común a otros grupos. Pero, es que, además, si la incidencia sigue en estos valores, las semanas posteriores habrá otros 2.000 niños infectados y la transmisión comunitaria crecerá irremediablemente a valores muy altos que pueden poner en riesgo de nuevo a todo el sistema sanitario”, avisa en una entrevista concedida a NIUS.

Esta previsión tan negativa se debe a que durante el verano no se han hecho los deberes, opina: “Había que bajar la incidencia al máximo para poder enfrentarnos a la reapertura de escuelas, que es esencial para que funcione nuestra sociedad. Pero, por desgracia, estos deberes no se han hecho, no se han puesto los rastreadores necesarios, no se han hecho suficientes PCR y no se han respetado escrupulosamente las medidas de higiene, distancia y mascarilla”. En esta línea, Arenas ha criticado que en la Comunidad de Madrid “los rastreadores llegan tarde”. No obstante, es positivo que hayan llegado porque “van a ser fundamentales”, igual que la app Radar Covid, que es “absolutamente necesaria”.

Medidas acertadas

Ante la dramática situación que vive Madrid de nuevo, el Gobierno regional aplicó medidas más restrictivas con el objetivo de contener la expansión del virus. Unas normativas que, desde el punto de vista del experto, deberían haber llegado hace dos semanas: “Ahora entiendo que se está haciendo un esfuerzo de testeo y rastreo importante, pero no bastará porque la incidencia ya es demasiado alta y la movilidad muy importante”.

No obstante, si bien considera que las medidas llegan tarde, reconoce que son acertadas. “Sin duda van en la dirección correcta. “La limitación de aforos y grupos ayuda a contener la propagación siempre y cuando estos grupos sean más a o menos estables. Si cambiamos de grupo de 10 personas 5 veces al día, estamos contactando "de facto” con 50”, detalla.

Confinamiento perimetral antes que domiciliario

Pese a que son correctas, el científico iría más allá de las medidas impuestas por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso porque: “La incidencia es tan extraordinariamente elevada que para poder bajar estos valores habría que incrementar las medidas hacia el confinamiento perimetral”, ha sugerido. Afirma que “la primera acción para frenar la expansión de una incidencia tan alta” sería aplicar una “restricción de movilidad perimetral” a los barrios que estén más afectados, como es el caso de Puente de Vallecas, Usera o Villaverde.

“Una vez hecho esto, se deben concentrar los esfuerzos de manera intensa para localizar a todos los posibles asintomáticos, a través de PCR focalizadas y rastreo intensivo, hay que hacer de detectives de la epidemia y cortar las cadenas de trasmisión a través de cuarentenas a infectados y contactos estrechos”, continúa.

No se muestra tan partidario, en cambio, de un confinamiento domiciliario: “Es la última bala del cargador, no hay que gastarla a ser posible nunca. Solo se gastará si los hospitales colapsan”. Para evitar llegar a esta situación, Arenas llama a la “responsabilidad individual” como la medida más eficaz. “Información veraz y contrastada, cumplimiento de las normas, y restricciones de aforo en interiores, que son la trampa mortal dado que este virus se propaga por aerosoles, podrían evitar el confinamiento domiciliario”, sentencia.