Los tifones, grandes ciclones que van acompañados de fuertes lluvias, son muy habituales de Japón. El los últimos días, el tifón Maysak ha causado estragos en el país asiático. El pasado miércoles azotó el Mar de China Oriental y, a su paso, derribó una embarcación en la que navegaban 43 personas y 5.800 vacas. La guardia costera del país publicó el rescate de un marinero, identificado como Eduardo Sareno (filipino, 45 años), que contó lo sucedido en el barco, que previamente había perdido el motor.

El barco (Gulf Livestock 1) dirigido por Dante Addug, tenía una longitud de 139 metros y viajaba con bandera panameña. Inició su viaje el 14 de agosto desde Nueva Zelanda con destino al puerto de Jingtang. Fue el propio capitán el que avisó de problemas a través de una llamada de socorro cuando surcaban la isla Amami Oshima. "Informó que había entrado agua en el barco. Lo último que dijo fue que iría al puente para verificar la situación", dijo la hermana del capitán, Maya Addug-Sánchez, a The Guardian.

Tras escuchar la llamada los servicios de rescate, compuestos por tres embarcaciones, cuatro aviones y dos buzos, salieron en su busca, pero se encontraron con vientos de casi 130km/h, por lo que no pudieron llegar a la zona hasta pasadas casi 24 horas. "¿Soy el único? ¿Nadie más?", dijo el tripulante rescatado. Hoy los guardacostas encontraron un segundo superviviente, que se encontraba en una pequeña embarcación. Antes, sin embargo, dieron con un marinero fallecido, flotando boca abajo en el agua. El resto de la tripulación sigue desaparecida.

Reacciones a la desgracia

La compañía propietaria del barco, Gulf Navigation, ha emitido un comunicado en el que expresan su pesar por lo sucedido. "Nuestros corazones están con quienes están a bordo y sus familias. También expresamos nuestro profundo pesar por la pérdida del ganado a bordo".

Varios medios neozelandeses han informado de que se han encontrado decenas de vacas muertas frente a las costas de China. Marianne Macdonald, coordinadora de las campañas de una organización animalista del país, criticó este medio de transporte para los animales. "Estas vacas nunca deberían haber estado en el mar. Esta es una crisis real y nuestros pensamientos están con las familias de los 43 tripulantes".