Continúa la búsqueda de un tratamiento efectivo contra la COVID-19. El último ha surgido por parte de unos investigadores canadienses, que están analizando el fruto de la palma de açaí para comprobar su validez.

Michael Farkouh, de la Universidad de Toronto, aseguró en AFP que "es una prueba simple. Pero las bayas de açaí son económicas y están fácilmente disponibles para todos, son seguras, así que vale la pena intentarlo".

Reduce la inflamación

Farkouh ha estado estudiando junto a otra experta, Ana Andreazza, el efecto de la fruta en la respuesta inflamatoria durante cinco años. Por ello, ahora se han lanzado a probar su eficacia contra el coronavirus, ya que existen estudios anteriores que han demostrado que los extractos de la baya pueden reducir la inflamación.

Muchos expertos han señalado que el virus puede causar una inflamación aguda y provocar complicaciones de salud. Para realizar el estudio, que durará unos 30 días y cuyos resultados se conocerán a finales de 2020, Farkouh y Andreazza reclutaron a unos 580 voluntarios que dieron positivo en Canadá y Brasil.

La mitad de los pacientes recibieron dosis del fármaco, mientras que el resto un placebo. Si demuestra eficacia, se tiene la esperanza de que el suministro temprano con el extracto de bayas evitará los efectos más dañinos de la COVID-19.