La vuelta a las aulas en España está suscitando alguna que otra polémica ya que los padres no ven seguridad en que sus hijos estén rodeados de otros niños que a su vez están en contacto con diferentes personas a lo largo del día.

Mientras se estudian las nuevas medidas como la reducción de los alumnos en cada clase o la separación en los pupitres, entre otras, Cantabria ha propuesto el uso obligatorio de la mascarilla a partir de los seis años de edad, siendo recomendable en las aulas de infantil, es decir, en los niños de tres a seis años.

El Gobierno de España anunció la mascarilla obligatoria a partir del quinto curso de primaria, es decir, a partir de los 10 años, pero comunidades como Cantabria, Murcia, Aragón y Navarra han decidido que su uso obligatorio comience en primero de primaria. En contraposición, La Rioja y Cataluña las imponen a partir de la ESO, y en Extremadura, para Bachillerato y FP.

Discrepancias en el uso de la mascarilla de los 3 a los 6 años

Según los ministerios de Educación y de Sanidad, la mascarilla no es obligatoria para infantil debido a que son niños muy pequeños a los que llevar la prenda de protección facial tantas horas podría suponerles problemas.

Pero, la Consejería de Educación de Cantabria sí ve fundamental que los más pequeños también se protejan frente a la COVID-19, por lo que, aunque no muestre su obligatoriedad, sí que la aconseja en los menores de tres a seis años. Una medida sanitaria que la consejera de Educación de Cantabria, Marina Lombó, considera para proteger a los menores, mientras que los docentes no lo ven apropiado en niños tan pequeños.

Frente a ello, Lombó ha declarado para la Agencia EFE que, desde la Consejería creen “que con las recomendaciones de Salud Pública sería un contrasentido que se esté haciendo normativa de uso obligatorio de mascarillas a todo el mundo y que nosotros no lo aplicáramos”, al mismo tiempo que insiste en que “las mascarilla son actualmente, y según todos los expertos, la principal protección frente al virus, junto a la distancia”.

Lombó defiende que los niños en los parques llevan la mascarilla y que “están perfectamente concienciados”, ya que “los niños son los más rigurosos a la hora de adoptar las medidas”.

Los profesores, en contra

Los sindicatos de profesores no ven adecuada esta medida en los niños tan pequeños y apuestan por disminuir el número de alumnos en las aulas y la contratación de más personal docente.

Por ello, creen que esta medida del uso de la mascarilla en niños de tres a seis años es “una locura” y declaran que en Cantabria se ha optado por “la medida más barata”, además de establecer que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desaconsejado esta protección facial en menores de 11 años.

De esta forma, docentes que trabajan con niños de estas edades declaran que “los menores de tres a seis años no van a hacer un uso adecuado de la mascarilla, quitándosela y poniéndosela y dejándola en cualquier lado”. Por otro lado establecen que “es fundamental en el plano pedagógico reconocer las expresiones y percibir las emociones, para lo que tapar la nariz y la boca es contraproducente”.

Los pediatras sí están de acuerdo

En contraposición con los docentes, los profesionales médicos de Cantabria ven bien esta medida ya que aseguran que “cada vez hay más contagios en niños pequeños”.

La jefa de Pediatría del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, María Jesús Cabero, ha hablado para EFE y, entre otras cosas, ha advertido de que, aunque la idea es buena, “no se debe pensar que la mascarilla sustituye ni a la distancia social ni a la necesidad de que los niños estén más tiempo al aire libre y en lugares ventilados”.