Dinamarca idea una jubilación anticipada para los empleos de mayor carga física
El país propone un nuevo modelo de pensiones que fue la principal promesa de campaña de la actual primera ministra, Mette Frederiksen.
El Gobierno de Dinamarca pretende reconocer a las personas cuyos empleos demandan una gran carga física con una jubilación anticipada con una nueva jubilación anticipada. El nuevo modelo no escapa de la controversia, al ser un cambio con respecto a las políticas de recortes de prestaciones y servicios que solía haber en ese país.
El plan, que fue presentado esta semana, era una de las principales promesas de campaña hechas hace un año por la actual primera ministra, la socialdemócrata Mette Frederiksen. La mandataria explicó el sentido del nuevo modelo: “Se trata de dignidad y justicia. Cuando uno ha trabajado muchos años y ha hecho lo que debía, tiene que poder retirarse con dignidad”.
Para poder beneficiarse de la nueva medida, los empleados deberán haber trabajado como mínimo 47 años. Eso implica que la ganancia es casi exclusivamente para los trabajadores no cualificados y deja por fuera a las profesiones que requieren de una educación superior corta.
El plan tiene como edad clave los 61 años. A partir de ahí se pueden hacer cálculos. Si el trabajador tiene esa edad y ha trabajado 42 años, podrá jubilarse un año antes de la edad habitual de jubilación (que son 68 años para 2020). Si ha trabajado 43 años, podrá hacerlo dos años antes; y si ha trabajado 44, podrá hacerlo con tres de antelación.
Cerca de 38.000 beneficiados
El modelo empezará a funcionar en 2022. Según el Gobierno, en ese momento cerca de 38.000 personas podrán solicitar la jubilación. El Ejecutivo, además, calcula que el plan costará cerca de 2.600 millones de coronas (349 millones de euros) al año al principio. La cifra se elevará hasta los 3.000 millones de coronas (403 millones de euros) en 2035. Su financiación se hará con subidas fiscales a las rentas altas y con impuestos al sector financiero.
Pese a que el Partido Socialdemócrata no tiene mayoría en el Parlamento (menos del 30% de los escaños), las probabilidades de que su proyecto no avance son bajas, ya que otras fuerzas como los social liberales y hasta los xenófobos del Partido Popular Danés la han respaldado.