A causa de los rebrotes, España continúa registrando cifras preocupantes de contagios. Algunos de los motivos más comunes se deben a las reuniones sociales, especialmente las realizadas por los más jóvenes, como es el caso de los botellones o las fiestas.

Uno de los últimos episodios ha sucedido en Segovia, donde la policía local recibió una llamada telefónica en la que se les alertaba de una fiesta clandestina. El lugar de celebración era un polígono segoviano, y cuando los agentes se personaron, había más de 130 personas de todas las edades, con varios niños incluidos.

Local abandonado

Todos estaban reunidos en un local abandonado de apenas 40 metros cuadrados. Al comprobar los hechos, la policía procedió a desalojar la fiesta y al arresto de su promotor, que se enfrenta a una dura sanción por la aglomeración de personas, que suponen multas de entre 3.000 y 60.000 euros.

Raquel de Frutos, concejala de Seguridad del Ayuntamiento de la capital, se lamentó por lo ocurrido: "La gran mayoría se esfuerza y respeta las medidas de protección que se han establecido, por lo que sería una pena que por unos pocos tengamos que dar un paso atrás y no queremos a estar como hace tres meses".