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CORONAVIRUS

La paciente cero de Monforte: “Me come la conciencia”

El brote de la localidad lucense suma ya 28 contagios y la primera infectada afirma que no sabe cómo contrajo el virus, ya que ha sido muy prudente.

Una sanitaria le realiza un frotis bucal a un vecino de Ordizia en una de las carpas instaladas en el parque Barrena por el Ayuntamiento de Ordizia para realizar test ante el posible brote de COVID-19
Javi Colmenero - Europa Press - ArchivoEuropa Press

El pasado lunes se detectó un brote de coronavirus en Monforte de Lemos cuando una mujer acudió el domingo al servicio de urgencias del hospital de Monforte porque le dolía mucho la cabeza y le costaba respirar. Al día siguiente, el resultado dio positivo y las autoridades sanitarias tomaron muestras a todos los familiares con los que había tenido contacto, de los cuales ocho resultaron también contagiados. Todos los vecinos del edificio donde reside esta mujer permanecen confinados desde el martes por la tarde.

Entre estos vecinos y más contactos de la primera paciente, el miércoles se tomaron unas 70 pruebas PCR, de las cuales 19 dieron también positivo. De esta forma, el foco alcanza ya 28 contagios, siendo el segundo brote de COVID-19 más grave de los registrados en la provincia de Lugo desde el final del confinamiento, por detrás del de A Mariña, donde se infectaron más de 200 personas.

Culpabilidad de la primera paciente

La mujer considerada como la paciente cero se encuentra ya bastante bien, ya que no empeoró desde que acudió al hospital, según el testimonio que recoge La Voz de Galicia. Trabaja como cocinera en una cafetería y afirma que ha sido muy prudente: “Tengo mucho cuidado, uso siempre guantes y me cambio la mascarilla cada tres horas”. Además, confiesa que casi todo el tiempo está en el trabajo o en casa. Sin embargo, no puede evitar el sentimiento de culpa por transmitir el virus a su madre, quien le preocupa especialmente: “Va a cumplir 80 años y se lo he contagiado, si le pasa algo me come la conciencia”.

Su progenitora reside en el mismo edificio que ella, aunque comparte el piso de enfrente con su hermana y su nieto. Ambas han dado positivo, mientras que el niño ha resultado negativo. No obstante, todas se encuentran bien. “Pasamos el día entre risas hablándonos por la ventana”, desvela.

Tampoco ninguno de los inquilinos que viven en 19 de los 20 pisos que tiene el bloque se encuentra enfermo. Abundan las parejas con niños y tratan de tomarse el aislamiento con humor, aunque hay una situación que comienza a inquietarles: no pueden salir a hacer la compra y ningún supermercado o local de hostelería quiere entregarles pedidos a domicilio. “Tenemos que pasar quince días aquí sin salir, necesitamos comida”, reclama la paciente cero del brote.

Contenedores en la puerta

Algo que sí ha hecho de momento el Ayuntamiento de Monforte para ayudar a evitar la expansión del brote, ha sido colocar dos contenedores frente al portal para que los vecinos puedan bajar la basura sin necesidad de desplazarse por la calle. La policía vigila el portal del edificio, aunque no con la tarea impedir a los inquilinos que salgan, sino de apuntar sus nombres para facilitárselos a los médicos.