La Casa Blanca alberga historias por todos y cada uno de sus rincones, y bien lo sabe Madeleine Westerhout, la ex asistente ejecutiva y ex directora de operación del Despacho Oval para el presidente Donald Trump, y que ha presentado un libro con el título Off the record, revelando informaciones que jamás se habían escuchado.

Westerhoud alcanzó el cargo de ex asistente ejecutiva al mismo tiempo que Trump llegó a la presidencia, para ser, después, ascendida la cargo de directora de operación, que se encontraba situado en la antesala al Despacho Oval, y desde donde controlaba quien entraba y quien salía del despacho presidencial. Tenía tal confianza con Donald Trump, que acompañaba a la familia en sus despazamientos a Camp David (Maryland) o Mar a Lago (Florida).

Sin embargo, el que fuera su "trabajo soñado" llegó a su fin cuando habló de más en una cena, siendo despedida a finales de agosto de 2019. Aquel momento, y todo su paso por la Casa Blanca han sido plasmados en el libro, el cual se lee como si de su propio diario se tratase. Además, también revela la situación personal que atravesó después del despido.

Una perspectiva diferente sobre Trump

Desde que Donald Trump llegase a la Casa Blanca, los despidos en su Administración no han sido pocos, pero tampoco se han hecho esperar las declaraciones posteriores de los ex trabajadores, que calificaban al presidente como una persona impulsiva.

Pero la historia que pretende contar Madeleine Westerhout no va por esos cauces, sino que, en unas declaraciones a la revista People, cuenta que quiere dar una descripción del presidente más precisa: "Creo que ama a este país y está haciendo todo lo que está en su poder para mantener seguros a los ciudadanos estadounidenses, y solo quería compartir con la gente el presidente Trump que llegué a conocer".

La cena que provocó el despido

Madeleine Westerhout llegaba de un viaje con Donald Trump a su club de golf situado en Nueva Jersey, y fue invitada por otro de los asistentes del presidente con cuatro periodistas en el que sería un encuentro no oficial. En el propio escrito, la autora cuenta que estas cenas eran comunes entre los empleados de la Casa Blanca, apuntando además que "quedó claro desde el principio que todo lo que allí se decía era confidencial".

La fina lengua de Westerhout y la bebida se aunaron para hacer que ella velada se revelasen secretos de la vida de Trump, e incluso de sus hijas, Ivanka (38 años) y Tiffany (26 años). Sobre la pequeña, la que fuera asistente explicó que: "Es una mujer joven que intenta encontrar su camino". A lo que añadió que estaba acomplejada por su peso y que no quería ser fotografiada junto a su hermana Ivanka. Además, contó que Donald Trump no prestaba atención a su hija menor, así como que no le gustaba aparecer en fotografías con ella por su "sobrepeso".

"Tenía el control total. Yo era el centro de atención y una parte de mí lo disfrutaba. Viene de la necesidad de aprobación y del deseo de complacer a los demás que se remonta desde que tengo memoria", señalaba Madeleine acerca de aquella velada. Sus declaraciones llegaron al personal de la Casa Blanca por medio de un periodista y de esa forma acabó siendo despedida. "Tuvo una mala noche. ¡La entendí completamente y la perdoné! Amo a Tiffany, ¡lo está haciendo genial!", escribía Trump en uno de sus tuits, afirmando además que su ex secretaria le pidió perdón.

El trabajo que desempeñaba la empleada de Trump consistía en "decir no a la gente para salvar el valioso tiempo del presidente", y eso le volvió blanda, tal y como afirma la propia Westerhout. También revela como alguien le dijo: "Eres un policía de tráfico, en la intersección más importante del mundo". "Por mucho que desearía que esa cena no hubiera sucedido y las cosas no hubieran terminado como lo hicieron, estoy muy contenta de todo lo que he aprendido con ello", afirmaba la autora del libro acerca de la cena.

La afición de Trump a Twitter

Madeleine Westerhout hizo mención al lado 'tuitero' de Trump, por el que ha puesto en alguna ocasión alguno de sus tuits: "Aunque puede haber alguno que no me guste personalmente, creo que preferiría tener a alguien que nos de cuenta honestamente de lo que está pensando y haciendo que alguien lo mantenga y dé otro discurso de cara a la galería". Añadía que: "Conecta con la gente a un nivel muy personal".

Por último, Madeleine Westerhout cuenta que Trump "es un gran líder, padre, esposo que solo trata de mirar hacia adelante".