Las nuevas medidas sanitarias por el coronavirus han traído consigo discusiones cuando se observa a gente que no cumple con ellas. Un ejemplo de ello es lo que ha pasado en Blankerberge (Bélgica), donde una disputa iniciada porque un grupo de jóvenes que no respetaba la distancia de seguridad acabó con una batalla campal que ha terminado con una veintena de detenidos tras enfrentarse también a la policía, según informa el diario Le Soir.

Una reyerta que ha provocado que tanto esta ciudad como Knokke prohíban el acceso a los visitantes "de un día", aquellos que no residen en la zona. Aunque esta no ha sido la única durante la semana, sí ha sido la más grave y ha llevado a las autoridades a tomar esta decisión.

El transporte público seguirá funcionando con normalidad

Durante la mañana del domingo, la empresa de ferrocarriles del país anunció que los trenes a la costa seguirían funcionando con normalidad, pese a la prohibición de la llegada de turistas a las playas de estas dos ciudades.

Mientras, las autoridades de Knokke-Heist han señalado que se realizará un control policial a los viajeros, que necesitarán de un "justificante de viaje" para acceder a la localidad. Este podría ser una prueba de que se tiene una vivienda o la reserva en un hotel.

Por tanto, el acceso a Knokke está limitado a los residentes, los dueños de segundas viviendas, turistas que hagan noche allí y a los empleados cuya empresa cuente con sede en la ciudad.