Los bulos y teorías de la conspiración sobre la pandemia mundial de COVID-19 llevan apareciendo desde hace unos meses. Afirmaciones que niegan que los contagios sean reales, que cuestionan la efectividad de las mascarillas o que defienden que el virus se creó en un laboratorio se han difundido especialmente en las redes sociales con mensajes como "la pandemia es una fake new". Recientemente, un grupo de personas, entre ellos médicos, presentaron una plataforma llamada Médicos por la Verdad, que señala que los contagios han finalizado en España y que el uso de las mascarillas provoca efectos negativos y dañinos en la población.

Los bulos más extendidos son de diferente tipo, aunque los más recientes se refieren a las vacunas contra la COVID-19. En este sentido, se ha afirmado que Bill Gates tiene un proyecto mediante el que se inyectarían microchips con estos fármacos para controlar a esta población. Esta teoría fue difundida entre otros por el cantante Miguel Bosé. También se ha dicho que las mascarillas pueden producir hipoxia o cáncer, así como una disminución del sistema inmunitario, mientras que una médica de familia llegó a afirmar que los asintomáticos no pueden contagiar el virus.

Otras teorías vinculan el coronavirus con el desarrollo de la tecnología 5G, afirmando falsamente que los países en los que esta está más extendida son los que más positivos han registrado, y no faltan aquellas, difundidas incluso por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que acusan a China de haber creado el virus en un laboratorio.

“Hay comportamientos que rayan lo delictivo”

Esta generación de teorías ha provocado que se hayan sucedido también las críticas de las autoridades médicas. “Hay comportamientos que rayan lo delictivo. No entiendo cómo se puede ser tan perverso con la salud de la ciudadanía”, ha declarado el jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, el doctor Amós García. Para los sanitarios, negar la realidad de la enfermedad es situarse en un contexto de irracionalidad, y animan a los que difunden estos bulos a acudir a los hospitales y ver cuál es la realidad de los enfermos de COVID-19.