Mónica Zas, periodista de eldiario.es, se sintió mal durante sus vacaciones en Ribadesella, Asturias. Nada grave pero si unos síntomas coincidente con los posibles indicios de coronavirus. Por responsabilidad, intentó avisar a Sanidad de la Comunidad de Madrid de que podría ser un posible positivo pero no le resultó nada fácil. Así, quiso narrar en Twitter su experiencia para tratar de arrojar luz sobre el funcionamiento de la atención primaria en Madrid respecto a la covid-19. 

Según cuenta en esta red social, el domingo pasado Mónica terminaba sus vacaciones en Ribadesella con unas amigas y su amiga, 'S', residente en Pamplona no conseguía oler el limón del refresco que se estaba tomando. Sin olfato, ni gusto, uno de los síntomas del coronavirus decidió someterse a pruebas. Tanto ella como el resto de amigas presentes.

'S' no tuvo problemas en Navarra y el lunes, se sometió a un PCR. C, otra de las presentes, también se pudo someter rápido a este test al ser médico para comprobar que no entraba nadie positivo al hospital. Ella vivió una experiencia totalmente distinta.

Mónica comenzó a llamar a su centro de salud para informar sobre la situación. "Desde las 10 a las 19, quizá haga unas 30 llamadas. Al final, me lo cogen en la centralita y me dicen que hoy me llamará el médico y que no salga de casa", narra. La llamada del médico llegó pero se perdió por un "fallo de cobertura" y Mónica trató de devolverla sin éxito. El número estaba asociado a una centralita y era imposible volver a contactar.

Así, tuvo que volver a empezar el proceso de llamadas y se quedó a la espera, de nuevo, de una llamada de su médico. Mientras, su amiga sanitaria, C ,salió negativa con anticuerpos y S espera resultado, ella no había conseguido hablar con el médico aún.

Tras narrar la experiencia pide medios a la Comunidad de Madrid para reforzar una Atención Primaria necesaria para el control de la covid-19.