Germán Alonso ingresó con coronavirus en una unidad de cuidados intensivos el pasado 2 de abril y salió el pasado viernes. Su relato en La Voz de Galicia tras esos 121 días de angustia no deja lugar a dudas: "No me acuerdo absolutamente de nada".

Estuvo cuatro meses conectado a un respirador y se trata del gallego que más tiempo ha estado hospitalizado por la COVID-19. Pese a salir de la UCI, todavía tendrá que quedarse varios días más en planta en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde permanece desde el pasado 30 de marzo.

Doce días con síntomas

Cuando llegó a Urgencias, ya llevaba doce días con síntomas en su domicilio, aunque no les habían hecho la prueba ni a él ni a su mujer. Poco después, ambos tuvieron que ser hospitalizados: ella en Povisa, y él en Cunqueiro. Aunque la suerte les fue dispar, puesto que su esposa salió al cabo de unos días y él está teniendo que pasar mucho más tiempo.

Apoyado en la fisioterapia

Se apoyó en dos pilares básicos para poder sobrevivir: un tratamiento en una máquina que hacía la función de los pulmones; y la fisioterapia. El primero es un tipo de circulación extracorpórea con un aparato que permite eliminar el CO2 que se va acumulando en los pulmones porque no son capaces de depurarlo.

La otra parte fundamental ha sido la fisioterapia, de la que afirma que es "el 50% del tratamiento". Según Ricardo Rodrigues, su fisioterapeuta en la UCI, "se nota mucho cuando venimos después del fin de semana, a los pacientes les cuesta más".

Dolores Villa, jefa del servicio, explica que los pacientes "hacen dos cosas: fisioterapia respiratoria y movilización precoz. La primera permite una desconexión más temprana de la ventilación mecánica y, por lo tanto, reduce la estancia; la movilización precoz evita muchas secuelas".