La segunda oleada del coronavirus en España es evidente y el retorno más que probable a un posible nuevo confinamiento está a la vuelta de la esquina. En Aragón, Andalucía y Cataluña se están viviendo los peores episodios y la Comunidad de Madrid va por el mismo camino.

Si bien cuando empezaron los rebrotes la capital española sorprendía con muy pocos casos de la COVID-19, lo cierto es que, en los últimos días, junto a las tres comunidades mencionadas anteriormente, empieza a situarse como una de las zonas más peligrosas del país.

La incidencia del virus en tierras madrileñas se ha multiplicado por cinco en tan solo una semana, ya que el pasado lunes 20 de julio el total de casos era de 269, y a fecha de 28 de julio, los positivos han ascendido a 1.381, lo que supone un porcentaje del 413% más frente a la semana anterior.

En Madrid son ya 11 los brotes detectados y 128 los pacientes ingresados por la enfermedad en los hospitales madrileños, de los cuales 27 se encuentran en las UCI.

Medidas para frenar el contagio

La presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha querido establecer una serie de medidas para frenar el contagio y acabar cuanto antes con la situación. Si bien Madrid, junto a Canarias, era una de las dos comunidades que no exigía el uso obligatoria de la mascarilla, ahora ha sido una de las primeras medidas implantadas por Ayuso para evitar la propagación.

Por otro lado, la presidenta ha prohibido también las reuniones de más de 10 personas y ha limitado los horarios de los locales de ocio y restauración que deberán cerrar como tarde a las 01:30 horas de la madrugada.

Además, los establecimientos de hostelería deberán llevar un registro de clientes para poder investigar posibles contagios en caso de detectarse un brote en alguno de ellos.