CORONAVIRUS

La catástrofe de las residencias en Madrid ya tiene cifras

La Comunidad de Madrid ha revelado cómo se repartieron las 5.954 muertes por coronavirus que se produjeron en las residencias de mayores madrileñas.

La catástrofe de las residencias en Madrid ya tiene cifras
Jesús Hellín - Europa Press EUROPA PRESS

Las residencias de ancianos de Madrid han sido las más afectadas por la COVID-19. Las cifras publicadas eran alarmantes y la incertidumbre por la falta de información no hacía más que alimentar el miedo entre los familiares. Porque los datos facilitados por la Comunidad de Madrid estaban incompletos. Mostraban el número total de fallecimientos en residencias, pero no especificaba en qué centros se producían más decesos o focos graves.

Sin embargo, esta vez sí ha revelado cómo se reparten las cerca de 6.000 muertes por coronavirus que se han producido en los 466 centros activos en Madrid. El País ha obtenido un listado donde se especifican los centros que más han sufrido los estragos del coronavirus.

Esta lista refleja que 11.555 residentes murieron por cualquier causa en residencias y hospitales de la región entre el 8 de marzo y el 7 de julio. De ellos, 8.379 fallecieron en residencias y 3.176 en hospitales, lo que significa que, asumiendo que las 52.123 plazas aprobadas estaban ocupadas antes de la pandemia, habría perdido la vida el 22% de los mayores residentes en Madrid durante estos cinco meses.

Residencias con más muertes por COVID-19

Uno de los mayores factores de riesgo para la gravedad del coronavirus es la edad. A esto se suma la cantidad de personas que viven en las residencias, lo que facilita la expansión del virus. Como consecuencia, cuando la enfermedad entra en estos centros deja datos devastadores. Hay hasta 20 centros residencias con más de 50 fallecidos por el virus.

Residencias con más de 50 fallecidos

RESIDENCIA MUNICIPIO

MUERTES POR COVID-19

Ballesol Alcalá Alcalá de H. 84
Los Nogales Hortaleza Madrid 82
Reina Sofía Las Rozas 78
Dr. Gonzalez Bueno Madrid 78
Francisco de Vitoria Alcalá de H. 74
Adolfo Suárez Madrid 72
Residencia Casaquinta Ciempozuelos 65
Clínica Los Ángeles Getafe 60
Vitalia Leganés Leganés 60
Mirasierra Madrid 60
Nuestra Sra. del Carmen
Madrid 58
Los Nogales Pacífico Madrid 57
Arganda del Rey Arganda del Rey 55
Primar II Talamanca de J. 54
Gran Residencia Madrid 53
San Juan de Dios El Álamo 52
Las Camelias Móstoles 52
Amavir Ciudad Lineal Madrid 51
Casablanca Valdesur Valdemoro 51
Carabanchel Madrid 50

La residencia que más muertos por COVID-19 acumula es la del grupo Ballesol, en Alcalá de Henares, donde fallecieron 84 personas. Le sigue otra residencia privada, la del grupo Los Nogales en el barrio de Hortaleza, con 82 decesos, y otras tres públicas: Reina Sofía (78), Doctor Gonázlez Bueno (78) y Francisco de Vitoria (74).

Tan solo 132 geriátricos madrileños han quedado libres de muertes por coronavirus (el 28% del total). En gran parte de los casos se trata de centros situados en la sierra madrileña, donde el recibimiento de visitas es menor y la seguridad mayor. Por su parte, solo 34 centros de la capital no han registrado fallecimientos por coronavirus.

Causas de las muertes en residencias

La elevada cifra de personas que perdieron la vida en las residencias se debe, principalmente, a que, para evitar el colapso sanitario, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ordenó a los hospitales madrileños que limitaran los traslados desde las residencias de mayores. De esta forma, los hospitales rechazaron a muchos enfermos procedentes de estos centros entre mediados de marzo y abril. Cuando bajó el número de ingresos y los residentes mayores pudieron ir al hospital, la mortalidad descendió considerablemente en los centros.

Desconfianza entre los familiares

Las familias de los residentes son la otra parte afectada de la situación vivida en los centros de mayores. Según contaban, tenían que lidiar con la incertidumbre de no saber qué estaba pasando con sus allegados, pues apenas había comunicación por parte de las residencias, ni del Gobierno. Y la publicación de estos datos no ha calmado los ánimos, ni mucho menos.

Por una parte, la asociación familiar Pladigmare critica que el gobierno regional debería haber sacado a la luz estas cifras cuando la pandemia estaba en su máximo apogeo y se podrían haber utilizado para frenarla. “Parece que han actuado con la misma resistencia que cuando se negaban a revelar qué residencias eran objeto de sanciones. Querían proteger la reputación de las empresas”, denuncia Miguel Vázquez, presidente de Pladigmare.

De otro lado, muchos familiares han confesado a El País no creerse del todo los datos oficiales. Carmen López, portavoz del grupo Ademaf, confirma que muchos grupos de víctimas han hecho sus propios recuentos y las cifras otorgadas por la Comunidad de Madrid son inferiores a las que se produjeron en realidad. Una situación que puede darse porque muchas residencias no reconocían algunos fallecidos como “posible COVID-19”, sino que relacionaban su muerte con otra causa: “El médico de algunas residencias rellenaba certificados en los que ponía que la causa era un fallo cardíaco, el motivo estándar. Todos nos morimos por un fallo cardíaco”.