Con motivo de la llegada del coronavirus y del confinamiento, muchas empresas tomaron la decisión de aplicar a sus trabajadores los famosos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), y según ha ido mejorando la situación, trabajadores de todos los sectores que estaban en un ERTE han vuelto a sus puestos de trabajo.

Sin embargo, el miedo a caer contagiados o a poner en peligro la salud de los seres más cercanos, ha provocado que muchos trabajadores se pregunten si pueden negarse a trabajar si la empresa requiere su vuelta tras sacarle de su situación de ERTE.

No se puede rechazar la vuelta al trabajo casi en ningún caso

El rechazo de un trabajador en ERTE a reincorporarse de nuevo a su puesto, una vez y la empresa se había reservado la opción de recuperar la plantilla progresivamente, es causa de despido disciplinario, según indica una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid, o también objeto de despido por ausencia injustificada, de baja tacita, o de conformidad con el Estatuto de los Trabajadores.

Alfredo Aspra, socio de Andersen Tax&Legal, ha explicado que no existen causas taxadas que justifiquen el rechazo a la vuelta al trabajo. Sin embargo, existe una posibilidad para poder llevar a cabo el rechazo, y es que sería el cuidado de un menor o familiar a cargo. Esto podría tener cabida teniendo en cuenta las medidas laborales aprobadas para hacer frente a la crisis, y gracias a las cuales el trabajador podría solicitar la adaptación o la reducción de la jornada laboral de hasta un 100%, "lo cual posibilitaría al trabajador ausentarse de su puesto de trabajo de un modo lícito y justificado".