Vacuna Coronavirus: ¿Qué diferencia hay entre células T y anticuerpos?
Ambas forman parte de nuestro sistema inmune y es posible que ataquen al coronavirus de formas distintas. Los linfocitos T van directos a la espícula.
Se habla mucho de cuándo llegará la vacuna contra el coronavirus, pero poco de cómo funcionará. Esencialmente lo que hace una vacuna es imitar una infección para que nuestro sistema inmune reaccione ante ella y los agentes que se dedican a proteger nuestro organismo de invasores almacenen en su memoria la forma de combatirla.
¿Cuáles son esos agentes? Por un lado están los anticuerpos y por otro las células o linfocitos T, que también forman parte de nuestra respuesta inmunitaria. Ambos atacan al coronavirus de formas distintas y ambos son importantes a la hora de generar inmunidad.
¿Cuál es la diferencia?
Mientras los anticuerpos combaten al virus bien evitando que entre en células sanas o las dañe, bien fomentando su eliminación o bien desencadenando directamente las reacciones que lo acabarán destruyendo, los linfocitos T tienen una forma muy peculiar de abordar al patógeno. Lo que hacen es atacar directamente su espícula, la proteína S con la que se engancha a nuestras células para penetrar en ellas.
"Hay datos sólidos que sugieren que la respuesta de las células T también es importante para la protección e inmunidad frente al SARS-CoV-2 y posiblemente sea independiente de la respuesta de los anticuerpos", explica en Newtral Sidney Ramírez, del Centro de Investigación de Vacunas e Infecciones de La Jolla Institute, en California. Estos linfocitos T pueden ser de dos tipos. Están los colaboradores (CD4+), que no atacan al virus pero avisan de su presencia, y los citotóxicos, que se dedican a matar células infectadas.