La escasez de respiradores se convirtió en una de las grandes preocupaciones de las autoridades sanitarias de todo el mundo durante los meses más complicados de la pandemia. Por ello varias industrias decidieron adaptar sus capacidades en la fabricación de una herramienta que es clave para el tratamiento de los enfermos de la COVID-19.

Varios países, entre ellos España, han dejado atrás los peores momentos de la crisis y han avanzado en la reapertura de los sectores económicos. Pero la enfermedad sigue golpeando y la aparición de rebrotes continúa aumentando las cifras de contagiados. Este hecho mantiene como imprescindible contar con el material sanitario suficiente para hacerla frente.

Proyecto desarrollado en Valencia

Con el objetivo de aumentar el stock de respiradores, el profesor Fernando Juan García-Diego, del departamento de Física de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha trabajado en un proyecto para fabricar estos elementos de forma rápida. El método que ha desarrollado emplea materiales sencillos y es capaz de construir cientos en poco tiempo.

El proyecto ya ha sido homologado después de que un equipo multidisciplinar, dirigido por el profesor Javier Sáez, lo haya probado con éxito en el hospital La Fe de Valencia y varias empresas han mostrado ya su interés en producirlo a gran escala.

La ayuda de una número 1 de Selectividad

La idea para iniciar este trabajo surgió en plena confinamiento y contó con la ayuda de la hija del profesor Fernando García-Diego, Aida-Vega García-Diego Baró. La joven, que obtuvo la nota más alta de la Comunidad Valenciana en la Selectividad de 2020 con un 13,98, aprovechó las extraordinarias circunstancias para implicarse en el proyecto.

“Ella lo vivió, se involucró mucho e incluso grabó en YouTube algunos vídeos divulgativos del funcionamiento de la máquina junto a su hermano menor Abel”, relata en el diario Las Provincias Fernando García-Diego. Aida, que desea estudiar Medicina, explica en estos vídeos el funcionamiento del respirador y la manera en la que se utiliza.

Además, la joven ha dedicado parte de su tiempo a difundir el proyecto en las redes sociales e incluso llegó a crear durante la cuarentena un foro para conseguir las piezas necesarias para la construcción de los respiradores, según relata Nius. Todo por ayudar a su padre y a la sociedad en su lucha contra una pandemia que no ha dado tregua hasta el momento.