Por algo nos aconsejan los expertos llevar cuidado en todos los ámbitos de nuestra vida para no contraer la COVID-19. Una simple cena entre amigos celebrada el pasado 4 de julio en un domicilio particular se ha convertido en el origen del cuarto brote de coronavirus que notifica la Comunidad de Madrid desde el inicio de la “nueva normalidad”.

Este brote deja, de momento, cinco casos positivos y 61 contactos identificados en varias comunidades autónomas, según ha informado este miércoles la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid al Ministerio de Sanidad. De la misma manera, se ha anunciado que ninguno de los contagiados ha requerido hospitalización.

"El día 4 de julio hicimos una cena en mi casa seis personas y el día después me voy a Galicia y me entero durante el trayecto de que una persona que había estado en esa cena dio positivo en coronavirus", explicó el anfitrión de la cena en el programa Más Vale Tarde, de La Sexta. A lo que añadió que en cuanto llegó a la estación de Galicia decidió reducir al máximo el contacto con sus padres y ponerse en contacto con las autoridades.

Al parecer, ninguno de los seis amigos presentaba síntomas, por lo que estuvieron conversando tranquilamente durante horas sin mascarilla, aunque sí guardaron cierta distancia y usaron gel hidroalcohólico.

Un brote repartido por España

De los cinco contagiados confirmados, dos se encuentran en Madrid y tres en Galicia. Por su parte, los 61 contactos están más repartidos entre las comunidades españolas: Galicia, Castilla y León, País Vasco, Cataluña y Andalucía. Todas las comunidades autónomas afectadas están informadas y cuentan con toda la información de los contactos para que se les realice el seguimiento pertinente.

Uno de los asistentes se marchó en BlaBlaCar a Cataluña mientras que otros dos viajaron a Galicia en avión y tren, respectivamente, igual que el anfitrión, que se sometió a una prueba serológica en Madrid antes de viajar y dio negativo. Con este resultado, montó al tren para volver a casa. Pero durante el trayecto se enteró de que uno de sus amigos había dado positivo.

Como consecuencia, al llegar a Galicia ni siquiera saludó a sus padres. Estos le llevaron al domicilio familiar para que se aislara, mientras que ellos se marcharon a otro sitio. El joven se puso entonces en contacto con las autoridades sanitarias, que le citaron para hacerse la prueba en unos días. Pero antes de que llegara el día, otro de los amigos que estaban en Galicia dio positivo también, por lo que esta vez fueron las autoridades quienes se pusieron en contacto con él para realizar la prueba inmediatamente. De la misma forma, le pidieron una lista de contactos estrechos y el número de asiento que tenía en el tren. Así pudieron avisar a la mujer que sentó a su lado.

Finalmente, el anfitrión y el tercer joven que fue a Galicia dieron positivo, igual que el segundo amigo que permaneció en Madrid. Sólo el que viajó a Cataluña dio negativo. Las siete personas identificadas como contactos del anfitrión también han dado negativo. No obstante, las 61 personas que han tenido cualquier relación con los afectados siguen en seguimiento.