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CORONAVIRUS

El misterio de Madrid: la relación entre los nuevos positivos por coronavirus y los cuatro brotes

En Madrid los rastreadores no dan abasto, y eso ha provocado dificultades para relacionar un gran número de nuevos casos con los nuevos brotes.

Imagen de la Puerta del Sol de Madrid durante la noche, donde se encuentran varias personas reunidas.
Luca PiergiovanniEFE

España está atravesando, de nuevo, un momento delicado a causa del coronavirus. Los nuevos brotes han provocado que el número de contagiados aumente en gran medida hasta situarse en cifras que superan los centenares. Sin embargo, el caso más extraño es el de la Comunidad de Madrid, de la que los casos positivos son cada día más, pero que no se relacionan con los cuatro brotes ya detectados.

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, Madrid registra más positivos diarios que gran parte de las comunidades autónomas, pero en cuanto al número de brotes, se encuentra muy por debajo del resto -con cuatro-.

¿A qué se debe esta variación?

El hecho de no haber casi brotes, y sí haber un gran número de positivos, puede relacionarse a que la Comunidad de Madrid no ha conseguido realizar un rastreo lo suficientemente profundo como para alcanzar los vínculos que unen a unos y otros casos de coronavirus diarios. Se están dando casos que llegan a hospitales por causas distintas como operaciones, y que al hacerse las pruebas de coronavirus dan positivo a pesar de que no muestran síntomas. En esos casos no se les califica como brote, pues no encuentran contactos que configuren lo que es un brote como tal -tres o más casos fuera del ámbito familiar o uno de residencias de mayores-.

Desde la Consejería de Sanidad argumentan la pequeña cantidad de brotes debido a que los casos de contagio que se están produciendo son entre familiares y leves. Aunque dicha teoría dejaría de cobrar sentido al preguntarse cómo ha llegado a contagiarse dicha familia. Varias fuentes de la salud pública, en Madrid los rastreadores no dan abasto.

En España, según la experta en salud pública, Helena Legido-Quigley, por cada contagiado se rastrea una media de cuatro contactos, mientras que en otros países son 14.

Además, en el caso de las residencias de ancianos, pese a que se han registrado casos en las mismas, no han sido declarados como brotes, sino como casos aislados.

Existe también una variación de los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad y los que ofrece la propia Comunidad de Madrid. En el ministerio señalan que el número de contagios en los últimos 14 días supera los 602, mientras que los notificados por la propia comunidad son 588.

El problema está en la capacidad de rastreo

Médicos de atención primaria como Javier Padilla, y de hospitales de la comunidad autónoma apuntan a que el problema no está en la capacidad de obtener un diagnóstico, sino en el rastreo de los contagios. Javier Padilla apunta a que: “La tardanza en el rastreo dificulta el establecimiento de la condición de brote al difuminar el recuerdo de la persona de los lugares donde ha estado y dificulta la trazabilidad. En mi centro de salud hemos documentado demoras de hasta una semana en que el paciente sea contactado por salud pública para el estudio de contactos”.

“Yo creo que la situación es clara: no se está haciendo la labor de detección y seguimiento correspondiente ante la falta de personal para ello. Por lo tanto, no se identifican como brotes cuando, en realidad, los hay", añadía otro profesional sanitario.

Sobre la falta de personal, muchos resaltan el problema en la Salud Pública, un área que Madrid prometió reforzar con hasta 400 profesionales, pero que al final, a medidados de julio, se ha convertido en 30 personas. "Ahora mismo la Salud Pública está muy infradotada. No es tan dramático como en marzo o abril, porque además hay menos casos, pero no hay suficiente gente para dar abasto a la demanda diaria de casos que, a veces, llegan tarde”, señalaba otro profesional.

El flujo de la información pasa por muchas personas y es lento

Otro de los problemas que tachan desde el campo sanitario es la lentitud y la gran cantidad de pasos a seguir para completar un análisis. "Hay mucho personal implicado en la información que tiene que circular, primaria, hospitales y Salud Pública, y los mecanismos, el sistema y el flujo de información no es el más óptimo", aunque también añade que la comunidad sí ha hecho más "rápido y automático" el proceso para pasar información.

Fernando Rodríguez-Artalejo, catedrático del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid, apunta a una falta de información, y eso provoca que sea aun más difícil comprobar qué falla.

Sobre esa falta de información también habla Pedro Gullón, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, quien califica la situación de Madrid como "un misterio".