Ciencia

Los pacientes más enfermos de coronavirus producen células que ayudan a combatirlo

Un estudio hecho por la La Jolla Institute for Immunology, de Estados Unidos, llega a esa conclusión tras examinar a diez pacientes en estado crítico.

Los pacientes más enfermos de coronavirus producen células que ayudan a combatirlo
GENYA SAVILOV AFP

Los pacientes más enfermos de coronavirus producen células T que ayudan a combatir el virus, según indica una investigación de la La Jolla Institute for Immunology, en Estados Unidos, publicada esta semana en la revista especializada Science Immunology. El trabajo ofrece más evidencias de que una eventual vacuna contra el virus tendrá que hacer que esas células trabajen junto con los anticuerpos.

Los autores de la investigación aseguran: “Esto es clave para comprender cómo la respuesta inmune combate el virus. Desea que los enfoques de las vacunas se basen en observaciones de entornos bastante diversos para garantizar que los resultados sean generalmente aplicables”.

Para hacer el estudio, los expertos examinaron a diez pacientes de coronavirus con síntomas muy graves de la enfermedad. Todos ingresaron en el Centro Médico de la Universidad Erasmus, en los Países Bajos, y se les pusieron ventiladores como parte de su atención.

Dos de los pacientes fallecieron, pero una observación de las respuestas de su sistema inmune evidenció que los diez enfermos produjeron las células T que atacaron al virus tras trabajar con los anticuerpos para, demás, detener la infección.

Contra la proteína espiga

Tanto en estos pacientes como en los casos moderados de la enfermedad, las células T se dirigieron a la proteína espiga, que es usada por el coronavirus para ingresar en las células huésped. Muchos de las investigaciones que buscan una vacuna contra la enfermedad tienen como objetivo lograr que el sistema inmunitario ataque esa proteína.

De esa manera, la investigación evidencia que la proteína espiga es un objetivo prometedor. Los investigadores argumentan: “Esta es una buena noticia para aquellos que fabrican una vacuna con espiga, y también sugiere nuevas vías para aumentar potencialmente la potencia de la vacuna”.