Las mascarillas quirúrgicas pueden tardar hasta 400 años en descomponerse
Estos elementos de protección deben tirarse al contenedor del resto de residuos y nunca al suelo, al existir la posibilidad de que estén contaminados.
Una mascarilla quirúrgica podría tardar hasta 400 años en descomponerse. Así lo revela la exposición 'Los otros peces del río', que está promovida por el Gobierno de Navarra a través del Consorcio de Residuos, y que busca concienciar a las personas sobre cómo deshacerse correctamente de este tipo de producto.
Tal y como explica el Ejecutivo autonómico, si no se desechan correctamente, puede suponer un grave perjuicio para el medioambiente. Una vez utilizados, se deben tirar al contenedor de resto de residuos y nunca jamás al suelo, porque sus efectos pueden ser devastadores al existir la posibilidad de que estén contaminados.
Mascarillas en las calles
Es una estampa habitual ver mascarillas en la vía pública, en el mar o en las entradas de agua de las depuradoras. Al estar fabricadas con polipropileno, este material se divide en microplásticos que pueden tardar hasta 400 años en descomponerse, con el añadido del gran perjuicio que causa a la flora y fauna.
Respecto a otro de los elementos más utilizados durante la crisis sanitaria como son los guantes, pueden estar realizados de dos materiales. Los de nitrilo o vinilo no son biodegradables, mientras que los de látex, que sí lo son, requieren 30 años para su descomposición.
Mentalizar a los ciudadanos
A través del humor y de los dibujos, en la exposición se muestran basuras que acaban en los ríos o residuos que se transforman en especies acuáticas. Se hace referencia a la contaminación y cómo se podría evitar, además de intentar concienciar a las personas que durante la pandemia se usen productos reutilizables en lugar de los de un solo uso.