La Unión Europea (UE) reabre sus fronteras exteriores el 1 de julio a un grupo de quince países que se consideran seguros por la evolución de la pandemia que están registrando en las últimas fechas. En la lista de naciones que cumple este criterio no se ha incluido a Estados Unidos y sí a Australia, Argelia, Canadá, China, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Ruanda, Uruguay, Tailandia y Túnez.

La situación actual que vive el país que preside Donald Trump, que acumula 2,7 millones de infectados y más de 129.000 muertes, con repuntes significativos en muchos estados, han provocado que la Unión Europea descarte por el momento permitir la llegada de ciudadanos estadounidenses. No obstante, esta lista será revisada cada dos semanas.

Una gráfica elaborada por la CNN muestra con exactitud el motivo por que se ha denegado la autorización de acceder al Viejo Continente a los turistas de Estados Unidos. En ella se ve reflejada claramente las tendencias opuestas que siguen los países de la Unión Europea y la nación de las barras y estrellas.

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Mientras los países de la UE se encuentran en una evidente línea descendente en cuanto al número de contagios, con menos de 10.000 durante más de un mes, en Estados Unidos la tendencia es la opuesta. Al menos 36 estados han incrementado sus cifras respecto a la semana anterior, consolidando con claridad a la nación norteamericana como la más afectada del mundo por el virus.

La Unión Europea, por su parte, alcanzó el pico máximo de infecciones diarias a mediados de marzo y, pese a la aparición de rebrotes, el impacto de la enfermedad se ha ido reduciendo gracias a las medidas de prevención decretadas por los diferentes gobiernos, lo que ha permitido una reapertura gradual.

Mientras, la mayoría de territorios de Estados Unidos han actuado de distinta manera, con normas menos restrictivas, y en varios casos, como en Florida, Texas o California, han tenido que dar marcha atrás en su nueva normalidad ante el alarmante aumento de los contagios. Esta situación ha imposibilitado la reapertura de las fronteras para los ciudadanos estadounidenses por parte de la UE, que ha conformado su lista basándose en criterios epidemiológicos y en la aplicación de medidas de prevención similares a las suyas.