Coronavirus

¿Por qué se recomienda el uso de gafas para evitar el contagio por coronavirus?

Los ojos también son una puerta de entrada al virus. Las gafas actúan de barrera sobre las gotas respiratorias que exhala una persona infectada.

¿Por qué se recomienda el uso de gafas para evitar el contagio por coronavirus?
MOHAMAD TOROKMAN REUTERS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hace algunas semanas la utilización de las gafas como medida de protección contra el coronavirus. El organismo sanitario encargó un estudio a la Universidad McMaster de Canadá para observar la protección que ofrecían las gafas contra el patógeno. La investigación concluyó que las personas que utilizaban gafas tenían menos riesgo de contraer la COVID-19.

La razón que se esgrime para aconsejar el uso de gafas es que el coronavirus se transmite a través de las gotas respiratorias que exhala una persona que está infectada cuando tose o estornuda. Estas partículas pueden entrar en la boca o en la nariz, pero también en los ojos, puesto que se ha demostrado que la conjuntiva del ojo es una puerta de entrada del virus, por lo que las gafas actuarían de barrera, igual que sucede con la mascarilla, que protegen la nariz y la boca.

Las gafas evitan que nos toquemos los ojos

Además, el virus también se transmite de forma indirecta si una persona toca una superficie contaminada y después se lleva la mano a la nariz, boca o los ojos. De nuevo, en este caso la mascarilla protege la nariz y la boca y las gafas, los ojos, puesto que al querer tocarnos los ojos de nuevo las lentes serían una barrera e impedirían hacerlo.

La OMS investigó si las gafas ayudaban a reducir la transmisión del virus después de que diversos estudios avisaran de que la conjuntiva del ojo podía ser una puerta de entrada del virus, puesto que en algunos pacientes infectados se había encontrado ARN del virus en la zona de los ojos.

Las gafas de sol están recomendadas, no son obligatorias

La utilización de las gafas no es un elemento obligatorio como el uso de mascarillas, que siguen siendo exigidas en la nueva normalidad en el transporte público y en aquellos espacios cerrados y de la vía pública donde no se puede guardar la distancia social recomendada de 1,5 metros. Sin embargo, al igual que las pantallas protectoras, las gafas actúan también de protector y ayudan a frenar la propagación del patógeno.