En el peor momento de la pandemia, con el desabastecimiento de material sanitario que existía tanto en hospitales como en farmacias, se empezaron a utilizar pantallas protectoras en la cara como sustitutos de las mascarillas para prevenir el contagio del coronavirus. Los expertos advertían de que no protegían igual que las mascarillas, pero sí ayudaban a aquellos que la portaban.

Poco después la situación se fue normalizando, fue posible encontrar mascarillas, el Gobierno limitó su precio y además desde el 21 de mayo es obligatorio su uso en los casos en los que no sea posible mantener la distancia interpersonal de dos metros. En la orden que regulaba esta obligatoriedad, Sanidad explicaba que “se entenderá cumplida la obligación mediante el uso de cualquier tipo de mascarilla, preferentemente higiénicas y quirúrgicas, que cubra nariz y boca”.

En este sentido, prácticamente ya toda la ciudadanía porta mascarilla tanto cuando va por la calle como en espacios cerrados. Incluso, se han visto casos en los que una persona lleva a la vez tanto una mascarilla como una pantalla protectora. No habrá ningún inconveniente en llevar los dos elementos, si bien el único obligatorio es la mascarilla.

La pantalla protectora no sustituye a la mascarilla

Hay que reseñar que el Ejecutivo habla de cualquier tipo de mascarilla y en ningún caso se refiere a pantallas protectoras faciales, por lo que este elemento no es sustituto de la mascarilla, lo cual podría conllevar multa a la persona que escoja portar una pantalla protectora en vez de una mascarilla. Las pantallas protectoras, ha especificado Sanidad en varias ocasiones, sirven como protección ocular y facial y se recomienda su uso en aquellos trabajos donde se empleen aerosoles.

Por tanto, será posible utilizar los dos elementos a la vez, puesto que mientras la mascarilla ofrece una protección sobre la nariz y la boca, las pantallas protectoras también ofrecen una protección ocular. Es cierto que también ayudan para intentar evitar el contagio por coronavirus, puesto que también protegen contra las gotas que una persona exhala al toser o estornudar, pero en ningún caso se consideran sustituto de las mascarillas.