El Reino Unido ya tiene plan y fechas oficiales para acelerar la desescalada hacia su nueva normalidad. El primer ministro, Boris Johnson, ha anunciado este martes en el Parlamento británico que las medidas para impulsar la economía del país tras la crisis provocada por la pandemia del coronavirus comenzarán a aplicarse a partir del próximo 4 de julio.

Desde ese día se iniciará en Inglaterra la apertura de bares, hoteles, restaurantes y peluquerías. En estos establecimientos será imprescindible el cumplimiento de las normas de distanciamiento e higiene para prevenir contagios. También recuperarán su funcionamiento los cines, los museos y atracciones turísticas como los parques temáticos. Además, estará autorizada la celebración de bodas. Por su parte, las piscinas, los gimnasios y las discotecas deberán permanecer cerrados.

Reducción de la distancia de seguridad

Johnson también ha comunicado que la distancia de seguridad recomendada entre personas pasará a ser de un metro en vez de los dos que se habían estipulado hasta ahora. Esta variación responde a la imposibilidad de algunos negocios para aplicar el distanciamiento previamente fijado en sus locales. “Dada la significativa caída en la prevalencia del virus podemos cambiar la regla de distanciamiento social de dos metros a partir del 4 de julio”, afirmó el primer ministro británico en el Parlamento.

Las medidas podrían endurecerse si hay brotes

El Gobierno del Reino Unido asimismo ha dado luz verde a que puedan producirse reuniones entre familiares y amigos independientemente de si comparten domicilio, tanto al aire libre como en interiores. “Hoy podemos decir que nuestra larga y nacional hibernación ha llegado a su fin”, aseguró Johnson, quien, no obstante, ha advertido de que las medidas podrían ser revertidas si se producen brotes.

El plan de desescalada anunciado este martes se aplicará únicamente en Inglaterra. El resto de regiones del Reino Unido pondrán en marcha su propio programa de normalización y, en todos los casos, salvo en Irlanda del Norte, ralentizarán en mayor medida el levantamiento de las restricciones impuestas para frenar al coronavirus.