El estado de Renania del Norte-Westfalia ha decretado el confinamiento del área de Guetersloh, donde está situada la fábrica Tönnies, empresa cárnica en la que se ha detectado un brote que ya ha dejado más de 1.300 personas contagiadas. En un primer momento, el presidente del Estado había descartado volver al confinamiento, pero el rebrote está lejos de ser controlado, por lo que se ha optado por tomar medidas drásticas.

En la práctica, en el área de Guetersloh volverán a reducirse los contactos entre las personas, se cerrarán colegios, bares, cines o museos y se prohibirán actividades de ocio en espacios cerrados. Los restaurantes podrán abrir, pero con restricciones. El confinamiento afectará a unas 360.000 personas que viven en esta zona del land de Renania del Norte-Westfalia.

Las medidas también incluyen una cuarentena para todos los trabajadores del matadero de Tönnies y para las personas “no contagiadas” que estuvieron en contacto con los profesionales de la planta cárnica. Además, el Instituto Robert Koch, que se encarga del seguimiento y control de las enfermedades infecciosas en el país germano, desplegará su personal por la zona para vigilar el brote y dar recomendaciones a la población.

“Esta es una medida limitada de precaución. Levantaremos la medida lo antes posible, cuando tengamos certeza sobre la seguridad de la infección. Es una medida preventiva”, ha asegurado Armin Laschet, presidente del Estado de Renania del Norte-Westfalia.

El número R se ha disparado en Alemania

Alemania está preocupado en los últimos días por los brotes locales de coronavirus, que han disparado el número R (indica el número de personas a las que infecta un contagiado) a cifras por encina de 2. Además del brote en Guetersloh, también se han detectado rebrotes en un bloque de vivienda en Gotinga y en un barrio de la capital, Berlín. “Hay que tener máxima prudencia, el virus sigue ahí y tiene un alto potencial de reproducción”, ha explicado el director del Instituto Robert Koch, Lothar Wieler.

En las últimas 24 horas, se han registrado en Alemania 503 nuevos casos y diez fallecidos, lo que supone un ligero descenso en contagios y un aumento de fallecidos respecto a los datos del lunes, cuando hubo 537 positivos y tres decesos. En total, el país centroeuropeo acumula 190.862 personas contagiadas y 8.895 muertes en lo que va de pandemia.