Donald Trump, presidente de Estados Unidos, organizó ayer un mítin electoral en Tulsa (Oklahoma) en el que congregó a poco más de un tercio de la capacidad del Tulsa's Bank of Oklahoma Center. Sorprendió a todos cuando admitió que ordenó reducir los test de coronavirus: "Son un arma de doble filo. Cuando realizas tantos test vas a encontrar más casos, así que le dije a mi gente, frenad los test, por favor".

Después de ver el revuelo que habían levantado sus palabras, fuentes de la Administración explicaron a la cadena norteamericana CNN que el mandatario estaba "obviamente de broma" cuando realizó dichos comentarios.

Culpa de China

China también estuvo presente en el discurso de Trump. El político volvió a responsabilizar al gigante asiático de no haber controlado la expansión del virus. Además, aprovechó para reivindicarse como el presidente de la "ley y el orden" y afirmó que en caso de llegar Biden a la Casa Blanca, será "el fin de Estados Unidos, ya que estará controlado por la izquierda radical".

Menos asistencia de la esperada

El mítin tuvo lugar en un clima de fuerte tensión y supuso el mayor acto multitudinario realizado en un espacio cerrado desde que comenzó la crisis sanitaria en el país. Pese a que desde el equipo de Trump se esperaba un lleno hasta la bandera, las imágenes mostraron que gran parte de las gradas del recinto de Tulsa estaban vacías.

Numerosos contagios

El país norteamericano superó ayer por segundo día consecutivo los 30.000 contagios, con lo que la cifra total supera los 2,2 millones de infecciones. A ello hay que sumar casi 120.000 víctimas mortales, lo que hace que Estados Unidos sea sin duda el territorio más afectado por la pandemia.

Focos de COVID-19

El foco de la enfermedad ha pasado ahora de Costa Este a los llamados estados del Cinturón del Sol, como California, Florida, Texas y Arizona. Entre los cuatro, suman casi la mitad de los nuevos casos que se han registrado en todo el país.