El Gobierno y los sindicatos han alcanzado un acuerdo por el que una buena parte de los funcionarios del Estado podrá teletrabajar cuatro de los cinco días de la semana. Los trabajadores que tengan hijos menores de 14 años, que estén al cuidado de personas dependientes o discapacitadas o que pertenezcan a colectivos vulnerables podrán beneficiarse de la medida, mientras que el resto podrá trabajar de manera no presencial por lo menos un día a la semana. El acuerdo entrará en vigor el próximo lunes 22 de junio, fecha en la que vence el estado de alarma, y durará hasta el final de la pandemia.

La medida, que ha sido pactada por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública y los sindicatos CSIF y UGT, será reversible y voluntaria, y la empresa y el empleado que se beneficiará de esta decisión podrán negociar el número de días en los que habrá teletrabajo. El máximo de días de teletrabajo será cuatro, pero podrían ser uno, dos, tres o incluso ninguno. El acuerdo no habla de teletrabajo, sino de movilidad no presencial.

Se priorizará la atención telemática y telefónica

Asimismo, el acuerdo incluye también una previsión para priorizar la atención al público por vía telemática y telefónica hasta el final de la pandemia, y abre la puerta a ampliar el horario de algunos centros hasta las 21:00.

Los sindicatos han recibido este acuerdo con entusiasmo. CSIF, sindicato mayoritario de la función pública, lo ha definido como “un avance histórico en la conciliación de la vida familiar y laboral”. Sin embargo, CCOO se ha opuesto a él, porque cree que este modelo se mantendrá más allá de la pandemia, y ha emplazado a la formación de una mesa de negociación para acordar la regulación del teletrabajo, que se espera para el mes de julio.