Italia fabricará 400 millones de vacunas contra el coronavirus
El país transalpino llega a un acuerdo con la farmacéutica Astrazeneca, que elabora las dosis del trabajo que desarrolla la Universidad de Oxford.
“La vacuna es la única solución definitiva para la COVID-19”. Estas fueron las palabras de Roberto Speranza, ministro de Sanidad de Italia, al Consejo de Ministros del país tras alcanzar un acuerdo con la farmacéutica Astrazeneca para la obtención de 400 millones de vacunas contra el coronavirus. La compañía británica está elaborando ya dosis del tratamiento en paralelo al trabajo de investigación que desarrolla la Universidad de Oxford. La fecha estimada para la conclusión de los estudios es septiembre de este mismo año. La producción de la vacuna estará al cargo de la compañía transalpina Advent-Irbm, fundada en 2009 en Pomezia, en la región del Lazio
Desde que el virus comenzó a azotar sin tregua a todas las regiones del mundo, todas las autoridades sanitarias han sido claras al respecto: solo con una vacuna o un tratamiento eficaz se podrá regresar a la normalidad. Y la carrera para lograrlo está siendo incansable, con laboratorios e instituciones médicas de cada rincón del planeta buscando una solución que debería ser accesible para la población en general. Speranza fue bastante claro en este último punto: las 400 millones de dosis serán “destinadas a toda la población europea”. “Siempre la consideraré (la vacuna) un bien público mundial, un derecho de todos, no el privilegio de unos pocos”, continuó.
Vacuna de la Universidad de Oxford
Esta buena noticia, sin embargo, depende principalmente de que la investigación de la Universidad de Oxford llegue a buen puerto. Según Walter Ricciardi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud y consejero de Speranza, el trabajo de la institución británica es el más avanzado del mundo, aunque todavía no ha alcanzado los estándares requeridos para su distribución en masa.
La vacuna de Oxford ya ha pasado diferentes etapas: desde la prueba con macacos hasta la inyección sobre poco más de 1.000 adultos sanos entre 18 y 55 años (varios investigadores también participaron en el grupo de control). Ahora, en Fase 3, la apuesta se ha multiplicado por 10: 5.000 voluntarios de Gran Bretaña y otros 5.000 en Brasil están probando la efectividad del tratamiento. Se espera que los resultados sean positivos.