El condado galés de Ceredigion ha registrado 42 casos de coronavirus y tan sólo siete muertes. Aunque sus cifras iniciales fueron similares a las de otras zonas rurales del país, Barry Rees, biólogo que forma parte del Gabinete de esta localidad, apostó por un sistema de persecución de la enfermedad en lugar de seguirla.

Fruto de ello, se trata del área británica en la que menos incidencia ha tenido la COVID-19. Se calcula que con esta estrategia se han podido evitar unas 600 muertes que estaban pronosticadas. Trabajaron codo con codo con la Universidad de Aberystwythy para reducir la población a aquellas personas que realmente vivían allí.

Tasa de infección

La consecuencia fue que los servicios de salud nunca se saturaron y de ahí los buenos números obtenidos, que le hacen tener la tasa de infección más baja de Gran Bretaña. En Ceredigion hay 60,3 casos por cada 10.000 habitantes, cifra que choca frontalmente con los 393,5 de Carmarthenshire o los 233,9 de Pembrokeshire, que conforman el área de salud de Hywel Dda.

Rastreo casero

Antes de registrar el primer caso, ya se había establecido el sistema sugerido por Barry Rees, basado en un rastreo casero. Este biólogo creía que la búsqueda de contactos era la única forma de "perseguir la enfermedad en lugar de seguirla".

A la vista de los resultados, su método se ha mostrado muy eficaz, ya que un simple sistema de rastreo de contactos, ha salvado cientos de vidas, además de las pertinentes medidas de higiene y seguridad.

Geografía del condado

En un primer momento se pensó que la peculiar geografía del condado podría explicar la baja cantidad de casos. Pero esta teoría se desmontó al comprobarse que otras zonas rurales de Gales fueron mucho más afectadas que Ceredigion.