Las playas de Barcelona han recibido una aluvión de bañistas en este primer sábado de Fase 2. Había muchas ganas tras meses de cuarentena. Incluso sin turistas, los arenales han presentado una espectacular estampa que ha provocado el cierre de dos de ellos: el de Nova Icàra y el de Bogatell, en el distrito de Sant Martí. Ambos han superado el 80% del aforo marcado por el Ayuntamiento para cumplir con las medidas de distanciamiento social necesarias en su lucha contra el coronavirus.

La Guardia Urbana ha tenido que actuar ante esta situación, impidiendo el paso de más visitantes a estas zonas. Desde megafonía y a través de los agentes cívicos y los informadores de playa se ha solicitado a los ciudadanos su desplazamiento hacia otros puntos bañistas. El problema es que la mayoría de las playas mostraban una imagen similar con una ocupación entre el 60% y el 80%. Solo la playa del Somorrostro y los baños del Forum, que no tienen arena, no han llegado a la mitad del aforo permitido. Este desbordamiento se ha producido solo por la tarde. La mañana de este sábado ha transcurrido con más tranquilidad.

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Límites de aforo en las playas

La Fase 2 permite durante el estado de alarma el uso de las playas tanto para el baño como para el ocio. Las diez de Barcelona tienen en la actualidad una capacidad de entre 25.000 y 38.000 personas para mantener la distancia de 1,5 y 2 metros exigida para evitar los contagios. Esta capacidad se consigue al considerar que cada usuario utiliza entre seis y nueve metros cuadrados de playa (depende de si va solo o acompañado). Por ese motivo, desde el Ayuntamiento se pide a los ciudadanos que consulten la web del Consistorio antes de trasladarse a un arenal u otro.

Videosensores para controlar las playas

El Ayuntamiento ha puesto en marcha un sistema de 18 cámaras y videosensores para controlar la ocupación de las playas. Los dispositivos se sitúan en la Torre Mapfre y actualizan su información en directo. Los detalles de cada arenal se pueden consultar en la página web del Consistorio, que emplea semáforos virtuales: aforo inferior al 40%, verde; hasta el 60%, amarillo; hasta el 80%, naranja; y más del 80%, rojo.

Además, las playas de Ciutat Vella con más tránsito (Sant Miquel, Sant Sebastià, la Barceloneta y Somorrostro) se delimitan con vallas de madera y cuerdas. Se han establecido 15 puntos de acceso. En ellos, habrá informadores y miembros de la Guardia Urbana.