CORONAVIRUS

¿Solicitarán Madrid y Barcelona entrar en la Fase 3 de la desescalada?

La capital pedirá el lunes 15 pasar de etapa el próximo lunes 22. Por su parte, la ciudad catalana medita dar el salto durante la próxima semana.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d), saluda al vicepresidente Ignacio Aguado (c).
Emilio Naranjo EFE

España afronta las últimas semanas del proceso de desescalada hacia la nueva normalidad. Este lunes, todo el territorio nacional pasará o continuará en la última etapa, la Fase 3, a excepción de Salamanca, Ávila, Segovia, Soria, Madrid, Barcelona y parte de Lérida. Tanto el Gobierno de Castilla y León como el de la Comunidad de Madrid y la Generalitat pusieron el freno y decidieron no solicitar el salto de fase para vigilar la evolución epidemiológica de los territorios más golpeados por el coronavirus. Sin embargo, esta decisión solo durará una semana más: la capital solicitará el salto este lunes 15 para alcanzar la Fase 3 el lunes 22, cuando se pone fin al estado de alarma (aprobado por el Ejecutivo el pasado 14 de marzo y prorrogado hasta en seis ocasiones) y ya con el decreto de nueva normalidad en funcionamiento. La Generalitat, por su parte, quiere que el cambio de etapa se haga durante la próxima semana, antes del lunes 22.

Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid ha sido muy batalladora en los diferentes cambios de fase durante el proceso de desconfinamiento, pero en esta ocasión, el gobierno regional ha decidido ser prudente y esperar al lunes 15 para pedir el salto adelante. Esto situaría a la capital en la Fase 3 el lunes 22, ya sin estado de alarma: permite a la CAM dar por concluida la tercera etapa de la desescalada y recuperar el control total con el decreto de nueva normalidad en marcha: podría regular las restricciones que más le compensen. El uso de la mascarilla y el distanciamiento social continuarán siendo de obligado cumplimiento.

El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso quiere darse este margen de siete días más para cumplir con la formalidad de las dos semanas por cada fase y cubrir un posible cambio de la situación epidemiológica que varíe el calendario que está previsto ahora. Según Enrique Ruiz-Escudero, consejero de Sanidad, la situación en Madrid “sigue mejorando, de forma sustancial, en todos los aspectos sanitarios de esta crisis” con descensos superiores al 90% en la mayoría de los indicadores (informa EFE).

Madrid es consciente de lo difícil que será afrontar esta nueva normalidad con la amenaza del virus aún en el aire. La capital tiene uno de los aeropuertos como más tráfico del mundo y es la puerta del AVE en España. Además, su salida del estado de alarma provocará que muchos madrileños puedan viajar a sus segundas residencias fuera de los límites autonómicos y la enfermedad podría de nuevo escapar de la estricta vigilancia de los últimos meses. Desde la CAM subrayan que no podrán restricciones a la movilidad.

Barcelona

La desescalada en Cataluña se ha realizado a trozos. La Generalitat decidió abandonar la idea de provincias y dividir su territorio en áreas sanitarias. Esto provocó que Barcelona, que concentra la mayor parte de la población catalana y que fue ferozmente golpeada por el coronavirus, fuera a la zaga del resto de la región y el virus estuviera más controlado. Sin embargo, la última decisión de retrasar una semana más el pase a la Fase 3 ha creado una lluvia de críticas cruzadas entre el ayuntamiento y el gobierno autonómico. “Hemos insistido en que Barcelona y la región metropolitana están preparadas para pasar ya a la Fase 3. Para facilitarle la vida a la ciudadanía, facilitar la movilidad, la vida social y familiar pero, sobre todo, porque los datos son positivos y equiparables a otras regiones que están en la Fase 3”, dijo Ada Colau, en declaraciones a Betevé.

La alcaldesa de la ciudad ha solicitado a la Generalitat que pida el cambio de etapa para mediados de esta semana y no para el lunes 22, en pleno puente de Sant Jordi (24 de junio). Exite miedo a la acumulación de la movilidad y se quiere que los desplazamientos se hagan de manera escalonada. Desde el Ejecutivo catalana no descartan esa idea, pero explican que necesitan “más días para ver la evolución” de la pandemia, en palabras de Alba Vergés, consellera de sanidad.

Fase 3

La Fase 3 es la última etapa de la desecaladad hacia la nueva normalidad y se caracteriza por el control total de las comunidades sobre su futuro: deciden ellas cuándo poner fin al estado de alarma. A pesar de que se eliminan las franjas horarias para todos los colectivos, se mantienen una serie de restricciones: reuniones de 20 personas; cines, teatros y auditorios tienen un límite del 50%; los locales y establecimientos comerciales igual y las terrazas llegan al 75%. Los bares y restaurantes permiten la consumición en el interior del local.