La idea del Ministerio de Educación de abrir las escuelas a los niños entre cero y seis años para facilitar la conciliación de aquellos padres que no puedan trabajar desde su casa ha generado diversas reacciones en las autonomías y en los educadores. Madrid, sin embargo, ya tiene una fecha proyectada. El consejero de Educación y Juventud de la comunidad, Enrique Ossorio, informó a la comunidad educativa de la región de que la intención del Gobierno es abrir las escuelas infantiles a partir de la Fase 3 del desconfinamiento. Es decir, a partir del 22 de junio, si se mantienen los plazos de dos semanas entre los pasos a cada fase y si no hay retrocesos.

En un protocolo enviado a los centros de educación el pasado miércoles, la Consejería de Educación de la región indicó que la oferta de escuelas infantiles, que en la comunidad será sólo para la etapa de cero a tres años, aplica únicamente para las familias cuyos padres deben trabajar fuera de casa. En tal caso, tendrán que acreditarlo.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional indicó en mayo que si el regreso a clases tuviera que ocurrir con la necesidad de guardar la distancia de seguridad, sería necesario dividir los grupos y optimizar los espacios de los centros educativos. Además, habría que combinar las actividades presenciales con las actividades a distancia o configurar los horarios de tal manera que se cumplan las condiciones sanitarias. En ese escenario, también sería necesario dotar a los alumnos y al personal con equipamiento higiénico sanitario, darles formación sanitaria y elaborar protocolos de movilidad para el acceso y salida del centro.

Las escuelas critican la decisión

La Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta considera “terrible” la posibilidad contemplada por la Comunidad, ya que, según sus miembros, obedece a que la educación infantil está siendo considerada para facilitar la conciliación de sus padres que no pueden quedarse en casa. Opinan también que esa conciliación corresponde a las empresas, no a los colegios, y se muestran contrarios a la diferenciación de edad porque, en su opinión, ser mayor de seis años no es garantía de independencia en un menor.

En mayo pasado, la asociación había indicado que es "imposible" garantizar la distancia mínima de seguridad entre niños más pequeños, y criticaba que desde el Gobierno central no se hubiesen explicado los criterios sanitarios, soaciales y pedagógicos del regreso de los menores al colegio después de la pandemia.