El virus no es más débil pese a que los casos sean más leves
María Van Kerkhove y Michael Ryan, expertos de la OMS, afirman que nada ha cambiado en la transmisibilidad ni en la gravedad de la COVID-19.
Pese a que existan menos casos en algunos hospitales, la COVID-19 no ha perdido virulencia. Así lo confirmaron María Van Kerkhove y Michael Ryan, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que afirmaron que "nada ha cambiado" en la transmisibilidad del virus ni en su gravedad.
La hipótesis la destaparon varios médicos y virólogos italianos. Cuestionado sobre ello, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), no atribuyó el descenso de los ingresos en UCI en nuestro país a que el virus sea más débil.
En esa misma línea se manifestó Tomás Pumarola, jefe de Microbiología del Hospital Vall d'Hebron: “Que veamos menos casos y menos graves no significa que el virus se haya vuelto menos agresivo. No creo que sea así”. También coinciden con su opinión otros colegas de profesión, como Benito Almirante, jefe de Enfermedades Infecciosas de su mismo recinto hospitalario, o Joaquín López Contreras, del hospital de Sant Pau.
Según el juicio de los facultativos, que haya menos casos y se les vea más leves se debe a la evolución de la epidemia. Primero, hubo un fuerte incremento de casos, y después, éstos se fueron reduciendo debido a la atención sanitaria y a las medidas de control, tales como las cuarentenas, el confinamiento, una mayor higiene y la distancia física.
Además, al haber afectado a la población más vulnerable y tener más datos de la enfermedad, los ciudadanos están más protegidos. También ahora se detectan casos leves o al inicio de la sintomatología.
Lo que no genera consenso es si se trata de un virus estacional y volverá en invierno ni en cómo se comportará con el calor, pese a que existen indicios de que será más complicada su transmisión con las temperaturas elevadas del verano.