50 días de confinamiento cada 30 días podría reducir las muertes y los ingresos hospitalarios por coronavirus. Esa es la conclusión a la que ha llegado un modelo desarrollado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que ha sido publicado en el European Journal of Epidemiology.

La gran mayoría de gobiernos del mundo han optado por confinar a su población para reducir la propagación del virus, aunque también pueden llevar asociadas pérdidas de empleo, inseguridad financiera y problemas sociales.

Tres escenarios

Por ello, estos expertos han propuesto alternar medidas más estrictas combinadas con intervalos de distanciamiento social. Para comprobar la efectividad de su análisis, plantearon tres escenarios en 16 países de diferentes niveles socieconómicos y culturales.

El primero observó el impacto de no imponer medidas para controlar la enfermedad. Esto llevó a comprobar que el número de pacientes que requerían tratamiento en las UCI superaría la capacidad asistencial del país, con un resultado de 7,8 millones de muertes en los 16 territorios.

En el segundo, se estableció una mitigación de 50 días seguido de una relajación de 30 días. Pese a ello, se producirían 3,5 millones de muertes y se mostraría insuficiente para mantener el número de pacientes que requerían atención en los servicios de cuidados intensivos.

En el último supuesto, se estableció un ciclo de medidas de supresión más estrictas de 50 días, seguidas de una relajación de 30 días. Estos ciclos mantendrían estables la capacidad de las UCI en todos los países, y la cifra de víctimas mortales se situaría en poco más de 130.000 personas en los mencionados 16 países.

Viabilidad

Los expertos justifican que "esta combinación intermitente de distanciamiento social estricto y un período relativamente relajado, con pruebas eficientes, aislamiento de casos, localización de contactos y protección de los vulnerables, puede permitir que las poblaciones y sus economías nacionales 'respiren' a intervalos".