Con el avance del coronavirus, tanto las mascarillas como las viseras de plástico o metacrilato se han convertido en los productos más solicitados en casi todo el mundo. Pero los expertos avisan de que las pantallas no son tan efectivas como las mascarillas, ya que la mayoría deja aire en los laterales y no evita la propagación del virus.

Las viseras sirven para que no nos lleguen gotas de estornudos o toses, pero no evitan que la persona que la lleva puesta infecte el ambiente. Empezaron a usarse como material sanitario en los hospitales, pero ante la falta de mascarillas que se produjo al comienzo de la pandemia, la gente optó por hacerse con estas pantallas.

María Enríquez, enfermera del Consejo General de Enfermería y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, explicó que "con la pantalla sí salen las gotitas, y se pueden diseminar por el ambiente o las superficies, con lo cual no frenamos la propagación del virus".

Además, la enfermera advirtió de que las pantallas siempre deben llevarse con mascarilla. "Se usan en el ámbito sanitario, cuando estás intubando a un paciente, o realizándole un procedimiento agresivo que puede que te salpique. En esos casos deben protegerse tanto la boca como la nariz o los ojos, así que los sanitarios se ponen gafas o esas pantallas, pero siempre llevamos a la vez mascarilla", informó Enríquez.

Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, también avisó de que "una mascarilla reduce, pero una visera reduce menos".

"Probablemente no son el mecanismo más perfecto para reducir los riesgos de que una persona infecte a otros, por eso tampoco es el mecanismo más perfecto para que una persona nos infecte, recuerden que también a través de las manos se pueden infectar”, declaró.

Aún así, varios doctores informan de que el coronavirus también se transmite a través de los ojos, por lo que el uso de pantallas ayuda a prevenir siempre y cuando al mismo tiempo se utilicen mascarillas.