CORONAVIRUS

Los efectos secundarios de la hidroxicloroquina: psicosis, erupciones, convulsiones...

Donald Trump ha revelado que consume este medicamento para prevenir infectares con el coronavirus. El fármaco, muy útil contra la malaria, tiene contraindicaciones...

Donald Trump toma hidroxicloroquina.
AFP

Donald Trump ha revelado recientemente que consume hidroxicloroquina y zinc como preventivos para no infectarse con el coronavirus. La hidroxicloroquina es un fármaco utilizado comúnmente como profilaxis de la malaria y para el tratamiento de los infectados por esa misma enfermedad, pero se ha venido utilizando mucho para combatir también el coronavirus ante la compatibilidad de síntomas entre ambas enfermedades: la fiebre alta, la tos, las náuseas... 

Tanto es así que el presidente de los Estados Unidos se está automedicando, una cuestión sobre la que fue preguntado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad. Simón no entró a valorar si la decisión de Trump es acertada o no, pero sí dio un dato interesante sobre el fármaco: "La hidroxicloroquina puede reducir el riesgo de infección, según algunos estudios. No de forma importante, pero sí algo, y favorecer la evolución de la enfermedad. Pero no es inocua, tiene efectos secundarios hasta en el 7% de los que lo usan; suelen ser menores, pero un numero de personas muy pequeño puede tener sintomatología neurológica, llegando a cuadros psicopáticos, con problemas de personalidad. Ahora hay mucha gente tomándolo durante un tiempo importante. Que lo tomen colectivos concretos y en tiempos concretos puede estar recomendado".

Porque, ¿cuáles son los efectos secundarios de la hidroxicloroquina? ¿Es un medicamento que se puede tomar tan alegremente o debería Donald Trump tener cuidado con una exposición muy prolongada al fármaco? 

El efecto adverso más común es la pérdida de apetito (entre una personas de cada 100 y una persona de cada diez); luego, menos frecuentemente, pueden surgir náuseas, diarrea, dolor abdominal y erupciones cutáneas (entre uno de cada 1.000 y uno de cada 100); y en la categoría de efectos raros (entre uno de cada 10.000 y uno de cada 1.000) están la psicosis, la mielosupresión (pérdida de funcionamiento de la médula ósea), convulsiones, pérdida de visión, insuficiencia cardíaca y vómitos.

En el apartado de los efectos secundarios muy raros (menos de uno por cada 10.000 pacientes) entran la pérdida irreversible de audición, erupciones bullosas, necrólisis epidérmica tóxica o pustulosis exantemática generalizada aguda; y por último, una serie de efectos registrados en algún momento pero sin un baremo de probabilidad, al ser tan escasos: anemia, hipoglucemia, mareos, tinnitus, trastornos emocionales, nerviosismo, inestabilidad de carácter, problemas hepáticos... Así pues, los efectos secundarios de la hidroxicloroquina, aunque poco frecuentes, recomiendan no automedicarse en ningún caso de forma preventiva ante la COVID-19; sólo, sí así lo decide un profesional sanitario.