Uno de los focos de vigilancia ante posibles brotes de la COVID-19 se podría establecer en las alcantarillas. El Ministerio de Ciencia e Innovación y la Generalitat Valenciana han firmado un acuerdo en el que se analizarán las aguas residuales en Valencia para establecer un sistema complementario de vigilancia del virus. 

Ximo Puig, presidente de la Generalitat lo ha considerado como "proyecto estratégico" de cara a la nueva fase de desescalada: “Esta herramienta permitirá detectar de forma temprana la presencia de coronavirus en las aguas residuales”. 

Con este sistema de vigilancia, se podría indicar dónde hay presencia del virus de una forma más detallada, lo que permitiría vigilar hoteles, hospitales o residencias de ancianos, potenciales focos de infección en caso de surgir algún positivo.

Convenio con el Ministerio

Puig ha firmado un convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Global Omnium para comenzar a estudiar y monitorizar las aguas fecales de Valencia. Precisamente, en esta ciudad, ya llevan tres años perfeccionando un método que permite detectar fragmentos genéticos de diferentes virus.

Pedro Duque, ministro de Ciencia, ha valorado la importancia del proyecto: “Este método tiene el potencial de hacer más robusta la toma de decisiones durante la fase de recuperación de la actividad”. Con los datos obtenidos, se podría detectar de forma anticipada un nuevo brote y podría crearse una red nacional de vigilancia.

Herramienta pionera

Este método, presentado oficialmente como SARS-GoAnalitycs, es pionero, puesto que es capaz de determinar cuantitativamente el número de unidades genómicas del virus que están presentes por cada litro de agua. Esto permitiría establecer la curva de la epidemia tras hacer un muestreo con los datos recogidos y su posterior análisis.

Sospechas en febrero

Precisamente, una investigación del CSIC y de la Universidad de Valencia detectaron la presencia de coronavirus en las muestras recogidas desde el día 12 de febrero en Valencia. Eso corroboraba la tesis de los investigadores del Instituto de Salud Carlos III, que concluyeron que la enfermedad ya circulaba en nuestro país desde mediados de aquel mes.

Presencia en depuradoras

La empresa pública Edar Bens inició un proyecto de investigación para analizar la presencia de la COVID-19 en las aguas residuales de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros. Finalmente, se confirmó la presencia de material genético del coronavirus en dichas aguas, aunque éste se elimina antes de su salida al mar, evitando así su propagación por la costa.