Operación Verano
En julio y en agosto estarán operativas las playas y la restauración, aunque con matices. El turismo aporta a España más del 12% del PIB y del empleo nacional.
El verano llegará con la nueva normalidad bajo el brazo. En el documento del Gobierno se describe la evolución de la actividad en bares, restaurantes y alojamientos durante la desescalada. Un calendario de fases, quincenales si se cumplen los marcadores, camino de la nueva normalidad a partir de finales de junio. Y una puerta abierta a que el turismo llegue a tiempo de salvar parte de la temporada vacacional. La meta es reactivar un sector que supone más del 12% del PIB y del empleo. Unos 124.000 millones de euros en 2019, según datos del INE.
"Cuando alcancemos la nueva normalidad, indicaremos en qué condiciones se puede ir a la playa", dijo ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa. La desescalada contempla dos medidas en la fase III, la última del proceso. Será entonces cuando se puedan abrir las playas "en condiciones de seguridad y distanciamiento" y se autoricen actividades náuticas de recreo.
Mientras, el sector planifica cómo será su actividad en esa nueva normalidad. Más es menos: "En las hamacas se puede apretar un poco la fila de sombrillas para incluir alguna más, pero luego dejar una sombrilla con hamaca y otra sin ella, con lo cual se dejan al menos 2,3 metros entre clientes", comenta a AS José Ramos, presidente de la Asociación de Empresarios de Playa de Almería (Aeplayasal). Ramos apunta que "con un poco de sacrificio" los chiringuitos podrían funcionar al 50% del aforo.
En su municipio, Roquetas de Mar, han propuesto al ayuntamiento crear una pegatina, a modo de Q de calidad sanitaria como "forma de decirle a nuestros clientes que queremos que estén seguros", explica Ramos. El consistorio hará de central de compras para proveer a los establecimientos de productos como geles, mascarillas y termómetros.
Almuñécar, en la Costa Tropical de Granada, se ofrece como destino piloto basándose en su modelo alejado de masificaciones, con calas pequeñas de difícil acceso. También la Asociación de Hoteleros de Playa de Palma, con sus cinco kilómetros de playa y los amplios paseos y parques.
Las mamparas pueden resultar innecesarias
Ante la inminente reapertura, Hostelería Madrid ha elaborado una guía de calidad y seguridad alimentaria ante el COVID-19 en la que recomiendan realizar una jornada de limpieza y desinfección antes de abrir, reorganizar las mesas para separarlas metro y medio y disponer de gel hidroalcohólico para los clientes. Por su parte, Hostelería de España ha pedido prudencia a la hora de acondicionar los locales. "Las medidas de seguridad no creemos que requieran de mucha inversión. Que a nadie se le ocurra comprar mamparas, que igual las tiene que tirar a la basura", dijo a Efe su presidente, José Luis Yzuel.