CORONAVIRUS

Las playas de Ibiza pueden tener el secreto del coronavirus

La farmacéutica Pharmamar investigará la eficacia en humanos de la plitidepsina, principio activo del anticancerígeno Aplidin, proveniente de una molécula de un molusco marino.

Ibiza.
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La esperada cura del nuevo coronavirus podría estar en el mar de Ibiza. Así lo cree una empresa farmacéutica española, Pharmamar, que espera la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) para comenzar, en conjunción con distintos hospitales del país, la segunda fase de su ensayo clínico con la plitidepsina, principio activo del medicamente Aplidin, un antitumoral probado con éxito en enfermedades como el mieloma múltiple procedente de las ascidias.

"Empezaremos a probar el Aplidin con humanos en los próximos días", adelantaba el equipo científico de la farmacéutica a Capital Radio, días después de que presentara APLICOV, como ha bautizado el protocolo del ensayo clínico que se pondrá en funcionamiento con brevedad para evaluar su "eficacia y seguridad". El mismo, ataca al principal síntoma del SARS-CoV-2: "se incluirán 160 pacientes ingresados en hospitales de España, en los que se pretende evaluar si plitidepsina, administrado de forma intravenosa durante 5 días a pacientes con neumonía por COVD-19, reduce la proporción de pacientes que evolucionan a Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo", detallaba su nota oficial.

El informe precedente a este, y en el que se revelaron resultados esperanzadores contra el HCoV-229E (virus idéntico al coronavirus humano) y la proposición de pruebas en humanos, señalaba a la diana terapéutica de la Aplidin (plitidepsina), que es el EF1A, como "clave para la multiplicación y propagación del virus". Es decir, serviría no solo para combatir sus síntomas sino para detener, o, en menor medida, aminorar su contagio.

Aplidium albicans: el molusco 'anticoronavirus' que dispara las acciones de Pharmamar

El Aplidium albicans, perteneciente a la familia de las ascidias, podría ser un nuevo flotador al que agarrarse en esta búsqueda incesante de remedios contra el nuevo coronavirus. Este molusco invertebrado primitivo habitual en aguas tropicales como las que bañan Ibiza, y que se alimenta ingresando el agua en su organismo, alberga en su interior una molécula, la plitidepsina, principio activo del Aplidin, para combatir al COVID-19.

Aplidium albicans, familia de las ascidias.

Catalogado hasta hace poco como medicamente 'huérfano', con poco interés para la industria farmacéutica, la agencia regulatoria australiana, que aprobó la aplicación del Aplidin para el tratamiento del mieloma múltiple, comenzó a cambiar su consideración. Sin embargo, Sobre esas mismas fechas, la opinión negativa de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, en inglés) tumbó la comercialización del Aplidin como antitumoral y una inversión de 108 millones de € de Pharmamar.

Ahora, el coronavirus nacido en Wuhan permite al equipo que dirige Luis Enjuanes, junto a Isabel Sola y Sonia Zúñiga, y que ha obtenido resultados satisfactorios en experimentos in vitro, la oportunidad de volver a desempolvarlo. Si la empresa que preside José María Fernández de Sousa, prueba su eficacia en humanos, podrá solicitar una rápida aprobación y comercialización que les hará multiplicar su cotización en bolsa, en la que está creciendo a pasos agigantados tras que se hiciera notorio que podrían tener la solución al nuevo coronavirus.

Pharmamar vende más de 1.000 test al día

Además, paralelamente a esta investigación, la biofarmacéutica también tiene en los kits de detección otra exitosa línea de negocio. Hasta el momento, ha anunciado que, solo en 25 días del mes de marzo, ha vendido 27.000 en sus resultados. Es decir, unos 1.000 al día. Tal y como desveló a Capital Radio, paralelamente a la venta, tiene una capacidad de producción de entre 25.000 y 30.000 a la semana.