El Ministerio de Educación ha llegado a un acuerdo con las comunidades autónomas para ver cómo gestionar el final del curso escolar ante la crisis del coronavirus. Todavía no es oficial, pues algunas comunidades han propuesto apuntes al plan del ministerio que se pulirán este jueves, pero la idea está bastante clara: promocionar de forma general a todos los alumnos de infantil, primaria, secundaria y primero de bachillerato, sólo optando por la repetición de curso en casos "muy excepcionales que deberán estar muy bien argumentados", según dijo la ministra, Isabel Celaá.

Aunque el Ministerio rechazó el concepto aprobado general, explicando que eso significaría que los alumnos podrían desentenderse del curso sin importar el tiempo lectivo que resta, pasando directamente al siguiente curso sin los conocimientos que no se han impartido en el tercer trimestre. "Un aprobado general sería injusto", comentó Celaá, que se refirió a la decisión tomada como "evaluación continua".

¿Cuál es la diferencia? Es un matiz, en realidad, pues el hecho es que una buena cantidad de alumnos pasarán de curso sin haber demostrado en su totalidad los conocimientos del año académico, pero en el Ministerio apelan a que el sistema sea capaz de reconducir esos conocimientos tanto este curso como el que viene.

Se ha apelado a que los alumnos que tengan asignaturas suspensas de los primeros trimestres puedan volver a ser evaluados este curso, de forma telemática o como mejor consideren en cada centro, así como a que el curso 2020-21 integre en su programa los conocimientos que no se han podido impartir en este. Es decir, no dejar a ningún niño en el camino, ante la imposibilidad de llevar a cabo una evaluación en condiciones normales, y tratar de recuperar ese tiempo perdido el curso que viene.