CORONAVIRUS

Primeras muertes por coronavirus de indígenas en el Amazonas

Las autoridades brasileñas y defensores de los derechos de estas comunidades temen que se produzca un exterminio de los grupos indígenas si se exponen al virus.

Primeras muertes por coronavirus en comunidades indígenas del Amazonas
Ueslei Marcelino REUTERS

El coronavirus ha llegado a algunas tribus de la Amazonia brasileña. De hecho, las autoridades brasileñas y defensores de los derechos de los grupos indígenas temen que se porduzca un genocidio de estas comunidades si el virus se propaga entre personas que tienen un sistema inmunológico muy debil.

La alarma se encendió cuando el pasado 9 de abril un joven de la tribu de los Yanomamis, en la zona septentrional del estado brasileño de Roraima, falleciese por la COVID-19, según informaron los sanitarios de la zona. Este adolescente se relacionó con familiares y amigos cuando presentaba síntomas, lo que pudo suponer un foco de contagio para los indígenas de sus alrededores. Se desconoce dónde y cómo fue contagiado, aunque se investiga si pudo ser infectado por una comunidad de mineros que acampan cerca de esta tribu en una reserva de oro.

Esta ha supuesto la segunda víctima por el virus, ya que en el estado de Pará (Brasil) se confirmó que una mujer de 87 años borari (del pueblo Bora) falleciese también a causa del coronavirus. Además, a su funeral acudieron cientos de personas que no respetaron los protocolos de seguridad e higiene para evitar la propagación, algo que preocupa mucho a las autoridades, según la web de National Geographic.

Los contagiados

El número total de infectados por coronavrus es de siete, repartidos en tres estados del Amazonas. Cuatro de ellos fueron contagiados por un sanitario indígena que había acudido a una conferencia en el sur de Brasil y no había respetado las medidas de aislamiento.

Peligro de genocidio

El Ministerio Público Federal de Brasil ya ha advertido del "riesgo de genocidio" de las comunidades indígenas si el virus se propaga en el Amazonas. El movimiento es constante entre los miembros de las tribus y la falta de políticas públicas convierten a esta zona en un terreno propicio para la expansión de la enfermedad.

La Agencia Brasileña de Asuntos Indígenas (FUNAI) ha confirmado la existencia de 28 comunidades indígenas en Brasil que viven en total aislamiento, ya que los forasteros tienen prohíbido su entrada para evitar el contacto y contagio de enfermedades que podrían ser letales para estas personas. Eso sí, podría haber más de 80.

Ante la pasividad de los gobiernos, las propias tribus han adpotado sus propias medidas para evitar la propagación: cese de la actividad de los mineros, carteles que prohiben la entrada a forasteros o refuerzos de las patrullas de vigilancia. Los expertos ven "imposible detener al virus si entra en una tribu por el tipo de convivencia que llevan".