La gran mayoría de los ciudadanos de países confinados por el coronavirus cumplen con las restricciones impuestas. Pero siempre hay alguien que se cree más listo o por encima de la ley. Es el caso de un joven francés, de 24 años y residente en Perpiñán, que este sábado intentó cruzar la frontera que separa Francia de Cataluña. Su objetivo, comprar tabaco.

Como no podía ser de otra manera, le dieron el alto en el puesto fronterizo y le pidieron que explicara sus motivos. Ante la tesitura, decidió darse a la fuga e intentar cruzar a pie hasta la localidad de La Jonquera por los escarpados caminos de los Pirineos. La cosa tenía que acabar mal y así fue. 

En su aventura, terminó tropezando y cayendo a un riachuelo. Perdido y desorientado, acabó siendo auxiliado por un helicóptero de los servicios de rescate, no se sabe si españoles o franceses, tras pedir auxilio a través de su teléfono móvil. La multa por su irresponsabilidad quedó en 135 euros. Moraleja: quédense en casa.