Por qué Taiwán es un "dolor de cabeza" para la OMS pese a que ha contenido el COVID-19
La Organización Mundial de la Salud está siendo criticada por evitar hablar de la isla como un territorio independiente y mezclar sus cifras con las de China continental.
Mientras el coronavirus colapsa sistemas sanitarios y paraliza la economía mundial, la geopolítica sigue su curso. Arrecian estos días las críticas a la Organización Mundial de la Salud por el trato que está dando a Taiwán en medio de la pandemia. El conflicto entre esta isla situada 180 kilómetros al este del continente asiático, que se considera un estado independiente, y China, que no reconoce dicho estatus y le da tratamiento de provincia, ha vuelto a emerger a raíz de una polémica entrevista del subdirector general de la OMS, Bruce Aylward, en el canal televisivo RTHK de Hong Kong.
Preguntado sucesivamente por la excelente labor de Taiwán en la contención del virus (322 casos, la mayoría importados, y 5 muertes en una población de 24 millones de habitantes), Aylward rehusó responder y eventualmente terminó colgando la videollamada. Ante un nuevo intento de su entrevistadora, terminó respondiendo: "Ya hemos hablado de China".
La actitud de Aylward se explica por la negativa de China a la entrada de Taiwán (que oficialmente se hace llamar República de China) en los principales organismos internacionales (entre ellos el COI). Desde su asiento en el Consejo de Seguridad (en el que es uno de los 5 miembros con derecho a veto), la República Popular desbarata cualquier intento de entrada en la ONU por parte de la isla. Y dada su posición de superpotencia mundial, hace lobby para que lo que considera un territorio renegado no esté presente en instituciones como la OMS.