Una discusión entre una pareja de ertzainas y un individuo que decía que iba a trabajar en bicicleta ha alimentado estos días las dudas sobre si ese medio de transporte está contemplado como una posibilidad en el Real Decreto que establece los términos del estado de alarma. 

Pues bien, lo cierto es que no hay ninguna referencia explícita a la bicicleta, pero sí que se puede deducir del artículo 7 de la normativa que es una forma legítima de desplazarse siempre que sea por motivos laborales. El texto, en su apartado c, dice que la movilidad está permitida en "vehículos particulares por las vías de uso público para la realización de las actividades referidas (en el decreto) o para el repostaje en gasolineras o estaciones de servicio".

Teniendo esto en cuenta no solo estaría autorizado el uso de la bicicleta para ir a trabajar, sino que se podría utilizar en todos los demás supuestos, por ejemplo para ir a la farmacia o a comprar en el supermercado. En cualquier caso, para evitar malentendidos como el referido antes, si el desplazamiento es por motivos laborales conviene llevar un justificante de la empresa. 

¿Y si la bicicleta es en sí misma mi trabajo?

En el caso de los ciclistas profesionales la cosa cambia. Al inicio del confinamiento, varios atletas, entre ellos este colectivo, plantearon la posibilidad de que les dejaran salir al exterior a entrenarse de forma individual para no perder la forma. Hasta ahora el CSD y el Ministerio de Cultura y Deporte se han remitido a los términos del estado de alarma. La Asociación de Ciclistas Profesionales y la Real Federación Española de Ciclismo también han aconsejado a los ciclistas que limiten sus entrenamientos a hacer rodillo o estática en casa ya que, aparte de estar prohibido ahora mismo el ejercicio al aire libre, los seguros federativos no cubren los accidentes en una situación así.