PSICOLOGÍA

El caso de Will y Jada Smith: ejemplo para otras parejas

Superar una infidelidad no es nada fácil; estar más de 20 años con tu pareja, tampoco. Que todo sea público, objeto de debate y salga años después, puede ser desolador.

Phil Mccarten

Que tu relación de pareja sea pública, no es fácil. Que lo sea también tu infidelidad, es complicado. Pero llegar a conseguir que el matrimonio hable cara a cara de este hecho, demuestra que es una pareja fuerte y que han pasado página. Es el caso de Will Smith y Jada Pinkett Smith.

Preguntamos a una experta para Deporte y Vida a una psicóloga experta en meditación e instructora de mindfulness, Alba Valle, para que nos ayude a entender esta situación y el ejemplo que pueden ser para otras parejas.

¿Cómo de fuerte debe ser una relación para haber superado una infidelidad, que además ahora es pública?

Pensamos que ha de ser muy fuerte la relación en términos que de el amor sea muy intenso (visceral) y por eso no se pueda recuperarse el vínculo, pero lo cierto es que la capacidad de poder aprender de una infidelidad, perdonar y recuperar el vínculo y el compromiso interno con la relación de pareja depende más de algunas creencias que tengamos sobre el amor y las infidelidades.

Por ejemplo, es más difícil de aceptar, perdonar y dejar en el pasado una infidelidad si tenemos la creencia de "si mi pareja ha sido infiel significa que no me quiere", sin embargo no tiene por qué ser así. Verlo de una forma tan rígida y categórica nos hará sentirnos víctima y con un miedo que no podremos quitar del cuerpo fácilmente, ya que estamos pensando que no nos quieren. Y si pensamos así, la duda nos puede carcomer por dentro. En cambio, uno puede ser infiel por otras muchas razones y querer a la pareja, pero estar confuso, estar en un proceso extraño de encontrarse a sí mismo, en una nueva etapa de su vida, etc. Y muchas veces no tiene tanto que ver con la propia pareja, sino con el proceso de uno mismo.

He visto a muchas personas en procesos de terapia que han venido por el dolor interno que sienten por haber sido infieles. Mucha culpa y mucho autojuicio que persigue una y otra vez sin dar tregua. No es fácil tampoco estar en esa situación. Entonces el amor tiene una gran parte de compasión, lo cual significa deseo de ayudar al bienestar del otro y de aliviar su sufrimiento.

Si nuestra pareja lo está pasando mal, le está costando entenderse, saber lo que quiere, encontrarse a sí mismo, reconectar con los sentimientos hacia nosotros como pareja... entonces nosotros, aún sintiendo dolor por lo ocurrido, si actuamos desde el amor, abrimos un espacio donde tratamos de ayudar y comprender. Eso es amor, que está basado en la compasión, y este aspecto es el mejor predictor para hacernos fuertes en nuestra relación frente a las dificultades (incluyendo infidelidades o rupturas), según las eminencias mundiales que investigan la satisfacción de las parejas que duran décadas.

¿Compasión?

Recordemos siempre que cuando se empieza en una relación pensamos en dos. Pensar en dos es lo que nos ayuda a hacer que crezca un vínculo fuerte, disfrutarlo, nutrirlo y mantenerlo. Y después, siendo un equipo, si alguien ha dejado de pensar en dos y piensa en uno, la solución no es que el otro pase a pensar en uno también por el daño que le haya hecho el otro, sino seguir permitiendo durante ese momento de crisis pensar en dos, y ayudar a la persona que ha sido infiel a que pueda entenderse a sí misma, poder hablar de lo ocurrido, aprovechar para hacer una revisión de las diferentes etapas que se han pasado juntos, retos, necesidades, etc.

Si abrimos nuestra mente y nuestro corazón, esos momentos de crisis que pasan en las parejas a lo largo de los años, nos permiten seguir creciendo y evolucionando juntos en el mismo camino. Pero se requiere esa compasión, que forma parte del amor y tiene que ver con las creencias que tenemos sobre qué es el amor y cómo hay que hacer las cosas.

¿Cómo se llega a terminar contando en público que no soportabas a tu pareja pero ahora sí?

Creo que en la situación especial que vive esta pareja lo mejor que han podido hacer es contarlo así, de la forma más abierta y cruda posible, porque eso les ha llevado a hacer un tremendo proceso de aceptación interna a ambos, lo cual les ha llevado a integrar la experiencia y unirlos.

Tratar de contar algo abre el espacio para que otros "completen" lagunas de información con opiniones, hechos, etc. y, de esta forma, mostrándose ellos tan compactos y cohesionados como para poder decir honestamente lo que cada uno vivió, permite que cada uno se haya comprendido a sÍ mismo, se haya perdonado, haya comprendido al otro y haya perdonado al otro.

De esta forma, y haciéndolo público, se unen más y no hay muchas grietas donde los medios les puedan hacer daño. En ese sentido, esta situación especial ante los medios es muy probable que les haya hecho fortalecer su vínculo y su compromiso actual con la relación.

¿Cómo puede influir en la relación de pareja que el ex amante fuera amigo del hijo de la pareja?

Va a depender de la rigidez de nuestras creencias a la hora de juzgar eso. Por ejemplo, si creemos y nos agarramos a todos los pensamientos que vienen de la creencia de "si hace eso con un amigo de mi hijo.. ¿qué no hará con otro que no esté más lejos?" y cosas así, nos generaremos nosotros mismos una serie de emociones difíciles que nos impidan ver con más ecuanimidad y justicia.

Hay que tener cuidado con las creencias y juicios que nos saltan automáticamente y siempre volver a preguntarnos "¿estos pensamientos son útiles para ayudar a mi pareja a sentirse bien y a crear un vínculo en el que nos sintamos bien?".

Que el ex amante siguiera estando presente en la vida de la pareja sí afectaría a la relación, en el sentido de que, al verlo más, sería más retador el esfuerzo interno de no dar conversación a pensamientos que no ayudan y de re-enfocarnos siempre hacia querer a la otra persona y fortalecer el vínculo.

¿Es posible superar del todo un episodio como este para una pareja, sin que queden dudas ni rencor?

El primer reto que hay que ponerse es fortalecer el compromiso de nuevo con la pareja y aceptar las emociones y dudas que podamos tener. Ambos miembros de la pareja tendrán los suyos. De hecho, en los procesos de terapia que he atendido en temas así, casi es igual de complicada la sensación de culpa que acompaña después a la persona que fue infiel, que la desconfianza de la persona a la que han sido infiel.

Podremos ir liberándonos de esas sensaciones en la medida que las aceptemos. Pero demos siempre prioridad a fortalecer el vínculo y crear más momentos nuevos con nuestra pareja, íntimos, con cariño, con humor, etc.

Si la mente va generando nuevos recuerdos asociados a otras emociones de una nueva etapa, cuando viene la duda, el rencor, la culpa o lo que sea que vaya a ir viniendo por el camino, la respiramos, aceptamos, la dejamos estar en su proceso y seguimos con el camino que estamos construyendo, poco a poco, y dependiendo de nuestra capacidad de aceptar y perdonar, eso se irá yendo.

¿Qué elementos son necesarios para conseguir fortalecer la relación de pareja hasta el punto de que pueda superar una situación como esta y además hacerse más estable y fuerte?

Cultivar mucho la compasión como parte de la base del amor, porque es la que más nos protege a la hora de comprender. No juzgar y conectar con nuestra pareja.

Por otro lado, comprender que el perdón es un proceso y que tiene que ver con la aceptación. Tendremos que aceptar que no tenemos certeza de que no vuelva a ocurrir, que es doloroso sentirse vulnerable, que es difícil confiar y sentir que "se pueden reír de ti", que "quizá los otros tenían razón" y todas esas cosas que la mente nos lanza. En este sentido, de nuevo la práctica de la autocompasión para ayudarnos a aceptar las emociones, integrarlas y ser los dueños de nuestra experiencia en vez de dejarnos llevar por los pensamientos y emociones es muy importante.

El duelo

De alguna forma, después de una infidelidad hay un duelo, como cuando hemos perdido a alguien. Aquí hay un duelo de confianza y un duelo de la imagen que teníamos de nuestra pareja, de "lo que fue". Esos duelos se pasan asumiendo cada uno su responsabilidad, en el aquí y ahora, lo que siente, piensa, quiere y cómo lo va a ir gestionando.

Además de esta compasión y aceptación hacia el otro y hacia nosotros mismos, necesitamos recordar que lo más importante es el compromiso presente de recuperar la conexión y entender que eso va a ser un proceso coleccionando nuevos recuerdos positivos de una nueva época en la que tenemos que re - encontrarnos, re - conocernos y seguir siendo un equipo.

¿Puede una relación de pareja ser sólida habiendo infidelidades y otras relaciones paralelas aunque sean aceptadas por los miembros de la pareja?

Desde luego que sí. Cuando decimos que una relación es sólida a lo que se apela es a la fuerza del vínculo interno que tiene que ver con los valores que tenemos con la persona, la confianza en el amor que nos tenemos, el deseo de ser un acompañante en el camino del otro para ayudar a que el otro sea feliz, y con que en nuestro camino nosotros también somos más felices acompañando a esa persona.

Ese vínculo se cuida con buenas acciones, buenas palabras, recuerdos positivos, planes significativos para ambos, queriendo conocernos en las diferentes etapas del crecimiento y comprendiendo que las necesidades cambian, encontrando una buena forma de comunicarnos, etc. Y se destruye cuando no hablamos bien a la pareja, la juzgamos, criticamos, nos quejamos, discutimos, no hacemos cosas agradables y sin embargo vamos generándonos malestar el uno al otro, o con indiferencia, no haciendo el esfuerzo de seguir conociendo al otro, ni de escuchar lo que dice, ni de ver entre líneas sus necesidades. Esos son los verdaderos ingredientes que cultivan un vínculo. Siendo fuerte esto, una relación con otra persona no tiene por qué romper esto que es más interno.

Hay personas que, habiendo pasado por esto, no lo llaman infidelidad, porque no sientes que se haya sido infiel a ese vínculo, sino que pasaron ciertas cosas que dieron lugar a ciertas decisiones que han hecho daño y que otros llaman infidelidad. Pero realmente se sigue estando comprometido e internamente se puede seguir siendo fiel. Así que la base es muy fuerte como para que otra persona externa pueda romper ese vínculo interno que tiene la pareja.