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Maluhia Kinimaka: dejó el surf profesional para estudiar

Lo habitual es escuchar historias de surfistas que lo han dejado todo por el surf. La mayoría son al revés, aunque raramente cuando ya son profesionales.

Maluhia Kinimaka: dejó el surf profesional para estudiar
@maluhiakinimaka

En el mundo del surf, los estereotipos abundan y, lamentablemente, a menudo se tiende a percibir a los surfistas como individuos poco inteligentes. Este estigma ha sido perpetuado por representaciones en películas de Hollywood. Sin embargo, la realidad es que no todos los surfistas se ajustan a este estereotipo. Maluhia Kinimaka es un ejemplo viviente de que la inteligencia y el surf no son mutuamente excluyentes.

En una reciente conversación en el podcast "Keep it Aloha", Maluhia Kinimaka compartió su inspiradora travesía desde las olas del océano hasta las aulas de una de las universidades más prestigiosas del mundo, Stanford. En sus propias palabras:

"Mi historia comenzó con una difícil decisión. No sabía si quería ser una surfista profesional y seguir ese camino o si quería ir a la universidad. Un momento clave fue cuando me lastimé la rodilla aproximadamente ocho meses antes de graduarme de la preparatoria. Esta lesión tuvo un impacto significativo en mi elección, ya que temía que, si me dedicaba al surf, agotaría todos los recursos que mis padres habían trabajado tan duro para proporcionarme. El surf es un deporte caro y, además, estaba preocupada por la falta de sostenibilidad en las carreras de la mayoría de los surfistas, a menos que fueras Kelly Slater".

La decisión de Kinimaka la llevó a dar un giro radical en su vida. En lugar de las olas del océano, se encontró caminando por los pasillos de Stanford, una de las instituciones académicas más respetadas del mundo. Como ella misma expresó: "Cuando ingresé a Stanford, sentí que había ganado el boleto dorado de Willy Wonka. Me parecía un acto de descortesía no intentarlo. Sin embargo, tenía 17 años cuando comencé en Stanford y estaba extremadamente nerviosa. Era muy diferente a todo lo que conocía. Parecía que estaba entrando en Hogwarts".

La transición a una institución académica de renombre no fue fácil para Kinimaka. Se enfrentó a dudas sobre su propia capacidad: "No sabía si era lo suficientemente inteligente para estar allí. Experimenté una fuerte sensación de impostor. Mis consejeros pensaron que mentía cuando les dije que fui aceptada. Incluso antes de llegar allí, sentía que no encajaba".

A pesar de los obstáculos, Kinimaka perseveró y demostró su determinación. Inicialmente, eligió estudiar ingeniería aeroespacial, pero se encontró con desafíos académicos: "En el primer año, me esforcé mucho y trabajé el doble para compensar la falta de preparación académica. Pasé de nunca haber obtenido una calificación inferior a una 'A' en mi vida a literalmente suspender mi curso de física".

Sin embargo, la historia de Kinimaka es una lección de resiliencia y superación. Durante sus años en Stanford, desarrolló un fuerte ética de trabajo que finalmente la llevó al éxito: "En los años dos, tres y cuatro, comencé a sobresalir".

Finalmente, en 2018, Kinimaka se graduó con una licenciatura en ingeniería, demostrando que la combinación de pasión, determinación y la voluntad de superar los desafíos puede llevar a logros sorprendentes. Y hoy en día, sigue surfeando.