Un surfista encuentra un Rolex de 10.000$ en el fondo del mar
Matt Cuddihy, profesional del longboard, suele practicar snorkel y encuentra todo tipo de objetos en el fondo del mar, en la playa donde surfea.
“Estaba practicando snorkel en el área en la que normalmente surfeo en Noosa cuando vi unas rocas más expuestas de lo normal porque se había movido arena del fondo. Allí encontré 7 quillas de tablas de surf. Mirando un poco más vi también un Rolex atrapado. El vidrio estaba parcialmente rascado y tenía arena y sal incrustada a su alrededor por haber estado tanto tiempo bajo el agua”, explica Matt Cuddihy a Fratello sobre su hallazgo en esta playa de Queensland en la que suele surfear.
Este surfista profesional australiano, Top100 mundial en longboard, no es un coleccionista de tesoros, sino más bien un "basurero del mar". En el mismo medio que lleva la noticia ha explicado también que "todo el mundo tiene diferentes experiencias en la naturaleza y para mí, crecer rodeado de parques nacionales y hermosas playas forma parte de mi vida. Cuidar los lugares salvajes es responsabilidad de todos. Yo buceo cuando no hay olas, principalmente mirando peces y tortugas, pero poco a poco empecé a ver cosas que no deberían estar allí. Así que ahora trato de hacerlo de manera regular, una vez a la semana, con una bolsa de malla que lleno de basura encajada entre las rocas. Principalmente son señuelos de pesca y quillas de surf. Suelo publicarlo en Instagram y a través de eso he devuelto algunos objetos en perfectas condiciones a sus propietarios. Como las propias quillas o hasta un Apple Watch".
Un lavado y a la muñeca
Pero esta vez encontró un Rolex Submariner 5513, valorado en 10.000$, desgastado pero no catastróficamente herido de muerte. De hecho le hizo una foto con la GoPro y lo subió a Instagram como es habitual pensando que era una imitación de Bali, pero nada más lejos de la realidad. Así que lo lavó con agua dulce, quitó la arena, la sal y otros organismos, lo lavó bien porque asegura que “olía mal” y se lo puso: “La aguja de los segundos se movía. La corona sin embargo está atascada, así que indica la hora... pero por desgracia, no la de mi zona horaria”.